Tras
un pequeño paréntesis vuelvo al teclado, con los pies marcados de rozaduras y
ampollas tratadas para seguir la marcha, con el mismo peso pero con una talla
menos de ropa… Feliz a reventar.
Es
un proyecto con el que llevo batallando desde hace un año, con visitas al
instituto, publicaciones en Facebook, en este blog y reuniones con niños y
padres, pero ya conocemos nuestro pueblo y lo difícil que es poner en marcha
proyectos comunitarios (como ejemplo decir que el antiguo grupo “Lebla”
desapareció hace ya años). El jefe del grupo Juncia, Chema, me dijo que la
mejor forma de hacer publicidad al movimiento Scout era conseguir que algunos
jóvenes fueran de campamento y luego contasen lo que habían vivido. Sus 20 años
de experiencia no sólo deben tener razón, además nos han hecho descubrir un
mundo que desconocíamos y que estaba ahí, al alcance de la mano.
Simplemente
decir que 12 días de trabajo y convivencia con una serie de chavales que aún
creen en valores tales como el compartir, la ayuda mutua, el servicio a los
demás, la educación y respeto, el cuidado de la naturaleza y de nuestro
entorno, etc. Son para que te cambien muchas de las sensaciones que teníamos
casi olvidadas y conceptos acerca de una juventud bastante denostada pero que
mantiene reductos de alegría como estos.
GRACIAS
GRUPO “JUNCIA” POR DEJARME ENTRAR EN LA GRAN FAMILIA SCOUT.