Tras cuatro o cinco artículos a medio acabar, tras esta ola de frío que me ha congelado hasta las ideas, aparece una noticia que de repente me saca del ostracismo bloguero y me suelta una descarga de ¿cabreo?, ¿indignación?, ¿estupor?, ¿resignación?... o todo a la vez.
A pesar de todo, no es nada nuevo ni inusual; el miedo al conocimiento y a la formación es un mal que ha aquejado a los gobernantes desde siempre y como tal miedo se le ha combatido. Lo verdaderamente vergonzoso es el uso que se hace de la fuerza. Yo al menos no culpo al policía que empuña la porra o que dispara la bola de goma, sino al jefe que lo ordena y que defiende la agresión delante de un micrófono definiendo a los estudiantes (muchos menores de edad) como “enemigos”. El verdadero enemigo de la sociedad es aquel que utiliza la violencia desmedida contra las palabras, por muy hirientes que estas sean.
Aunque con brevedad, no podía dejar pasar esta situación por mi mente sin lamentarme, máxime cuando nuestro presidente tiene una única preocupación ante estos hechos “la imagen que estamos dando”, quizás debería profundizar un poco en el problema y no fijarse en los “adornos”. Precisamente en ese mundo universitario que intentan acallar a porrazos me enseñaron que hay que buscar el porqué para encontrar la solución. Piensen y busquen señores gobernantes.
Totalmente de acuerdo contigo,pero con una pequeña discrepancia.Yo culpo tambien a esos que llevan la porra y que a la minima señal que incluso yo diria que se adelanta,a pegar indiscriminadamente a todo el que a su camino se acerquen,claro porque son muy peligrosos con sus mochilas con sus libros,libretas,cartavones,reglas no fueran a concoverceles de la realidad de nuestra situacion que tambien son las de ellos.
ResponderEliminarSabemos que stan hay para mantener el orden,para proteger,para ayudar pero de eso a hacer lo que hicieron con los estudiantes no hay derecho.
Hay que enjuizar a estos mandos que consideran a los ciudadanos como enemigos, porque si estos son los que nos van a protejer que vega Dios y nos proteja.
Uf e tratado de decir casi correctamente lo que siento,porque si lo expreso tal cual me lo dicta el corazon seguro que yo mismo me asustaria.
Para terminar me gustaria añadir que los Andaluces estemos a la altura y nos manifestemos y salgamos a la calle a protestar, que entre todos se conseguira por lo menos que se escuchen.
Buenísima tu entrada, Pelayo, y el dibujo que la acompaña me parece perfecto. No me enrollo porque me indigno y no paro, y tú lo has dicho todo muy clarito. Como dice Antonio, que nos proteja Dios, porque los otros...
ResponderEliminarBesos apretaos.
Realmente es indignante Jana, y lo peor es que la cosa no tiene visos de mejorar, aún así espero que algunos irreductibles como nosotros evitemos que al menos la palabra sea acallada con malas artes.
ResponderEliminarBesos apretaos.