El martes tuve un magnífico día con algunos amigos, paseo
por Niebla, café y cerveza incluidos, cena en Huelva, y todo acompañado por una
conversación agradable, sin pretender salvar a un mundo que se está volviendo
cada vez más imposible. Pero entre dimes y diretes salió un par de veces un
argumento que quiero exponer, por cierto, no es mío es de ese amigo que continuamente
amenaza con publicar en el blog y que nunca se atreve a hacerlo (ahí va el
reto).
La cuestión nace desde nuestro común sentimiento
iliplense, al intentar buscar explicación lógica a los continuos vaivenes de
éxitos y fracasos que se suceden en nuestra querida Niebla. Todos hemos visto
nacer proyectos magníficos que, tarde o temprano, acabaron en el sueño de los
justos, por ejemplo la extinta Agrupación de Tambores y Cornetas, o lo que actualmente
me lleva a este punto, el desaparecido Grupo Scout “Lebla”. Ambos eran
referentes a nivel provincial, hoy son meros recuerdos de los que formamos
parte de ellos en algún momento.
En un mes tan Scout que me ha llevado a cambiar el fondo
de pantalla del blog, hemos programado una charla para los niños de la
Catequesis de Confirmación el próximo viernes, si no quieren participar al
menos que no sea por falta de información.
Entre “te acuerdas de...” y “cómo desapareció…” llegamos
a la conclusión que los proyectos en
Niebla se acaban personalizando tanto que cuando desaparece el referente
personal acaba igualmente desapareciendo el proyecto. Bien una persona concreta
o un grupo de amigos todos podemos ponerle caras a muchos proyectos pasados y
actuales, léanse los citados anteriormente u otros tantos como Cabalgatas de
Reyes, Hermandades diversas, Club de Juventud, equipos de fútbol, club de
ciclismo, Carnaval, Compañías de Teatro, etc. etc. (seguro que se os ocurren
muchos más).
Creo que somos muy cómodos, que podemos seguir al “líder”
al fin del mundo, pero mientras la responsabilidad de las decisiones sean
suyas. Nos quejamos amargamente de que “en Niebla no hay…” y sin embargo
criticamos a “los que están en todos los sitios”, ya se sabe, en este pueblo
como en todo nuestro suelo patrio para recoger premios, fotos y mieles “somos
todos”, pero para los palos el responsable es fulano.
Igualmente
he escuchado en multitud de ocasiones de boca de uno de esos que deben poseer
el don de la ubicuidad porque colaboran, cuando no organizan, en muchísimos
proyectos Si quiero que mis hijos tengan
Romería, capeas, Semana Santa, Carnavales, etc. tengo que ponerme a trabajar yo
mismo.
Anoche precisamente tuvimos un ensayo por nuestras calles
con los costaleros de los dos pasos, y como capataz de uno de ellos se
perfectamente que el esfuerzo requiere un relevo, un pequeño descanso para
tomar aire, incluso a veces cuando el cuerpo no puede más apartarse para dejar
camino a los nuevos. No podemos dejar que los proyectos duren “mientras el
cuerpo aguante”. Todo requiere sacrificio, tiempo, incluso dinero propio, pero
os garantizo que dejar un trabajo bien hecho en manos de otros que lo mejoren
es muy gratificante.
Con esta actitud intentaré dar otra oportunidad a los
jóvenes de Niebla, otra posibilidad de entretenerse, madurar, aprender y
divertirse. El resultado… Dios dirá.
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