Es
obvio que la situación de Ibn-Mahfuz ante el avance de dos potencias fuertes
como la Castilla de Fernando III y Portugal le colocó entre “la espada y la
pared”.
Es
muy probable que el rey de Niebla tuviese que decantarse por el apoyo de una
corona para evitar los ataques y conquista del otro. Esta búsqueda de apoyo no es más que colocarse en situación
de vasallaje.
El
vasallaje es un hábito muy común durante todo el proceso de Reconquista, no
sólo entre “reyes” o gobernantes, también entre señores de territorios más o
menos extensos. Ya puestos a romper creencias fuertemente enraizadas en nuestro
pasado más reciente y “glorioso” (con toda la ironía del mundo), tendremos
igualmente que reconocer la existencias de mercenarios, es decir, jefes de
grupos armados que vendían sus fuerzas al mejor postor, independientemente de
la religión que su contratante profesase, entre los más sonados podemos citar
al famoso y modélico Cid Campeador, que no tuvo reparos en luchar tanto contra
“moros” como contra cristianos. Con toda esta exposición tan sólo quiero
recalcar la idea de que el proceso de Reconquista no fue ni homogéneo ni entre
religiones; fue una época lenta y
complicada, llena de pactos y enfrentamientos de toda índole.
Retomando
el hilo de nuestro Ibn-Mahfuz; el profesor González Jiménez cree que ya desde
la toma de Sevilla o poco después el rey de Niebla pagase tributos a Fernando
III, con lo que el posterior vasallaje para con Alfonso X no fue más que la
continuación de la política de su padre. Igualmente García Sanjuán recoge el
testimonio de una fuente musulmana donde se habla de que contrajo el compromiso personal de entregar cada año una cantidad de
dinero estipulada. También hay que decir que el vasallaje no sólo se
reducía a pagar parias, como en toda buena negociación también hubo entrega de
plazas y localidades por parte de Ibn-Mahfuz.
Alfonso X recibe las llaves de Jerez (idealización)
De
lo que no hay duda es del vasallaje para con Alfonso X, aunque en ciertas
fuentes puede dar la impresión de que el pago no se hacía con toda la
regularidad con la que se debía, pero este punto lo aclararemos cuando veamos
las causas de la conquista de Niebla.
No
sólo se hace referencia a un pacto entre el rey de Niebla y un personaje
denominado Alfuns en 1250, mediante
el cual Ibn Mahfuz mantiene gran parte de su territorio a cambio de entregar
cierto número de lugares a la corona castellana.
Igualmente
desde 1253, aparece en la concesión de privilegios reales como cofirmante Don Abenmafoth, rey de Niebla, vuaffallo del
rey. Esto implica no sólo la sumisión iliplense a Castilla, sino la
presencia continuada del rey de Niebla en la corte itinerante de Alfonso X,
debemos tener en cuenta que cuando un rey concede un privilegio rodado (el
documento más importante de la época de Alfonso X), todos los que aparecen como
confirmantes están presentes en un acto tan solemne.
El Privilegio Rodado recibe el nombre por este símbolo en forma de rueda
Lo
especialmente chocante es que Don
Abenmafoth aparece como confirmante hasta el 28 de junio de 1261, es decir,
hasta los comienzos del sitio de Niebla, que, si nos atenemos a las teorías más
aceptadas comenzaría precisamente a principios de verano del citado 1261.
En
definitiva, tenemos un rey de Niebla, vasallo del rey de Castilla, hasta que éste
último decide conquistar un territorio que legalmente le estaba sometido. Las razones
las analizaremos en siguientes entregas, rompiendo algunos mitos establecidos
en la creencia popular.
Privilegio Rodado concedido a Córdoba donde se ha enmarcado el lugar de confirmación de Abenmafoth
(pinchar sobre el mismo y lo podréis leer ampliado)
(pinchar sobre el mismo y lo podréis leer ampliado)
Como siempre super interesante y al mismo tiempo echos y causas de las cuales ni se pasan por la cabeza Ya veo que hasta en esos tiempos el poder del dinero para comprar o vender.
ResponderEliminarEspero impaciente la proxima entrega.(errollate y hazla un poco mas larga,joeeeee)
Un abrazo
Amigo Antonio: "poderoso caballero es don dinero", como podrás comprobar el poder, sobre todo económico, no entiende de ideologías ni de religiones, siempre nos han querido vender una Reconquista de cristianos de almas buenas contra pérfidos moros y al final lo que queda son los intereses personales de unos cuantos. Espero aclarártelo un poco más con las siguientes entradas, especialmente con la siguiente, que precisamente acabo de escribir.
ResponderEliminarSaludos iliplenses.