"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

domingo, 3 de junio de 2012

LA CRÓNICA DE ALFONSO X

     Con el nombre de Crónica de Alfonso X, me refiero a lo que recoge esta obra en su capítulo VI acerca de la toma de Niebla por el rey castellano. La transcripción que el profesor González Jiménez publica en su libro con el mismo título Crónica de Alfonso X; os la copio y luego la analizamos un poco.




>Capítulo VI. De commo el rey don Alfonso çercó a Niebla e la ganó por consejo de dos > frayles e de cómo ganó el Algarbe.
            En el anno quinto deste reynado deste rey don Alfonso, que fue en la era de mil e dozientos e nouenta e cinco annos et que andaua la era del nasçimiento de nuestro señor Ihesu Christo en mil e dozientos e çinquenta e syete annos, después que ouo asosegado algunas cosas que la estoria ha contado, cató manera por se trabajar en seruiçio de Dios et ensalçamiento de la fee católica e acresçentamiento de los sus reynos. E porque el Algarbe tenían todo los moros e a la cabeça desto era Niebla, de que era entoçes señor un moro que dezían Abén Mafod, el rey mandó llamar a los [ricos] omes de su reyno e a todos los fijosdalgo et los de los conçejos, e sacó su hueste e fizo çercar la villa de Niebla.
Et desque y llegó  mandó asentar los reales e pusyéronles muchos engennos commo quier que en algund tienpo la villa era muy fortalezida e bien çercada de buen muro e de buenas torres e labradas todas de piedra. Et otrosy estaua y este dicho rey Abén Mafod que esta villa tenía bien bastecida de muchas buenas viandas e de muchas buenas gentes. Et el rey [don Alfonso] por todo esto ouo de morar en aquella cerca luengo tiempo, dando gran acuçia en los engenios e con muchas peleas que los suyos avían con ellos.
Et acaesçió asy que el rey estando en aquella çerca veno en las gentes de los reales de los christianos tan gran tenpestad de moscas que ninguno de los de la hueste non podían comer ninguna cosa que luego non comiesen moscas, et con esto avían menasión et desta dolençia morían muchos omnes. Et el rey e todos los de la hueste acordaron de separtir de aquella çerca. Que avía syete meses que morauan ally.
Et en aquel tiempo avía en la hueste dos faryres, que dezían al vno fray Andrés et al otro fray Pedro, que venieron al rey e dixiéron[le] que en el tiempo que tenía la villa çerca de ganada se quería yr de ally, que lo fazía mal, que los moros basteçerse yan et labrarían lo que avían derribado con los engennos, de manera que cuando otra vez la quisiese venir a tomar que la non podría traer al estado en que entonçe la tenía. Et el rey dixo que non sabía qué fazer a la tenpestad que era en el real [de] que se murían las gentes. Et los frayres dixieron que ellos darían consejo a ello. Et mandaron luego apregonar por la hueste que qualquier que traxiese vn almud de moscas a la tienda de aquellos freyres que les darían por cada almud dos torneses de plata[i]. Et las gentes menudas tomauan omezillo con las moscas e por ganar aquellos dos torneses traxieron muchas dellas, de manera que finchieron dellas dos sylos viejos que estauan y de otro tienpo. E con esto menguó aquella tempestad e quedó aquella dolencia de que las gentes morían.
[Et] acuciando los christianos la cosa que conplía para tomar aquella villa, Abén Mafod, rey de Niebla, fue llegado a fincamiento de non tener vianda para sí nin para los que con él estauan. Et veyendo cómo los del rey porfiauan en aquella cerca, que se non quería dende partir a menos de tomar aquella villa, acabados nueue meses e medio que aquella villa fue çercada, el rey Abén Mafod enbió pedir merçed al rey don Alfonso que le dexase salir a saluo a él e a todos los que con él estauan con todo lo suyo, e a él que le diese heredades llanas en que se podiese mantener en toda su vida, et que le entregaría la villa de Niebla e la tierra del Algarbe. Et el rey don Alfonso tóuolo por bien e fuéle oorgada la villa de Niebla por esta manera.


[i] Tornés: tres cuartillos de real (nota propia)




        El primer problema que nos plantea tal descripción es que fue escrita durante el reinado de Alfonso XI, es decir, a mediados del siglo XIV y casi 100 años después de la conquista de Niebla. esto no significa más que su autor, por encargo del rey, probablemente consultó los documentos antiguos que se conservaban en la corte, incluso otras crónicas anteriores como la General Estoria de Alfonso X o la Historia dialogada hasta 1288. Según los estudiosos de las crónicas esta primera parte de las mismas es la más imprecisa, llegando incluso a la novelación fantasiosa de algunos capítulos, por desgracia debo decir igualmente que el correspondiente a Niebla está entre los menos fidedignos según los historiadores, de hecho y como podemos comprobar se refiere principalmente a una anécdota acaecida durante el asedio, sin poder afirmar la veracidad de los nombres y los hechos. Un dato a todas luces erróneo es la fecha que coloca en 1257, cuando está más que justificado ya el año 1262 como el de la conquista; incluso la duración del asedio (nueve meses y medio) se cuestiona por motivos que justificaré en otro momento.
      De todas formas e independientemente de la certeza histórica del mismo, no deja de ser un relato más que interesante para incorporarlo a nuestro bagaje local. Tampoco debemos tenerla muy lejos ya que las siguientes entradas se referirán en algún otro momento a la crónica alfonsí.

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