Hay ocasiones
en las que te propones un cambio profundo, pero casi siempre quedan en una
simple propuesta, utópica, justificadora de una necesidad no cubierta, como
respuesta a una supuesta planificación vital.
Pero
el momento de replanteárselo todo suele llegar sin avisar, como resultado de
una simple inquietud que crece cual marea en tu interior. Después de años de
lucha la cruda realidad te coloca en tu sitio. Pensaba que los gigantes
dejarían de mover sus aspas cuando el viento dejase de alimentar el engranaje
del molino, pero cabalgaba una y otra vez hacia esos formidables que, sin
ningún tipo de intención, continuaban inamoviblemente con su circular movimiento.
Una vez tras otra el muro construido a base de ladrillos de incultura, indiferencia, comodidad, morbo,
falsas tradiciones, y un largo etcétera, resistía a mis infructuosos embates.
Algunos,
pocos, pero cuya opinión tienen más valor que la de un millón de seguidores
insisten en seguir leyendo, sinceramente no entiendo qué les mueve porque me
consta que lo hacen con la sinceridad de alguien a quien le interesa una
opinión cuando menos distinta; mayoritariamente coincidente porque así me lo
han hecho saber y así los creo. Es la primera vez que me he planteado
seriamente cerrar el blog y acomodarme en otros menesteres, pero hay muchos
motivos para que no lo haga, aunque el principal y el único que me hace
continuar es tan simple como el que ME GUSTA.
Llamadme
autocomplaciente, pero supongo que es lo mismo que siente un pintor en la
última pincelada o un poeta al cerrar la rima del verso final. El simple
momento de releer mis artículos ya merece la pena. Puedo buscar miles de
pretextos, tanto en lo positivo como en lo negativo: buscarme enemigos, no es
para nada mi intención buscar enemigos, aunque si con mis letras consigo
depurar mis amigos, mejor que mejor, sinceramente a todos aquellos que os
consideráis mis enemigos os diré que me importan un bledo vuestras
consideraciones, no pienso perder ni un minuto de mis pensamientos en recuperar
algo que nunca tuve, vuestra comprensión. Crear agitación social, el que quiera
leerme que lo haga, es mi blog y libre en su confección y en su lectura, al ser
una persona normal, inmersa en una sociedad quizás no tan normal, supongo que
estoy en mi derecho de intentar cambiarla, aunque sólo sea para que los que me
sucedan no tengan que sufrir lo mismo que yo. Politizado, por supuesto, desde
que el hombre es hombre y tomó conciencia de las diferencias propias, intentó
organizar todo lo que le rodea según su mejor criterio, esto en mi opinión es
política; la diferencia estriba en los intereses que mueven a cada uno y que
van desde el interés moral hasta el puramente económico, pasando por el del
reconocimiento social, cultural, integración en un grupo y un etc. larguísimo que
cualquier sociólogo podría completar.
No
quiero que este discurso sirva como declaración de intenciones porque cuando
retome mis escrituras lo seguiré haciendo como siempre; con un eje central que
mueve mi interés por el pueblo que me ocupa y me preocupa: la historia de
Niebla, aunque haya quien se beneficie del trabajo ajeno (que os aproveche);
pero seguirá habiendo opiniones personales y, sobre todo, un intento de
escribir bien a partir de la práctica continuada.
No
os prometo nada, lo único que puedo decir es que escribo porque ME GUSTA.
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