Cuando
en Niebla nos preguntan por la historia de nuestro pueblo, el abanico de
términos está limitado a no más de una veintena: las murallas, el castillo, la
iglesia, la pólvora, Alfonso X, el reino de Niebla, el Condado… Suelen
referirse bien a construcciones monumentales, bien a hechos dignos de enciclopedias
de estanterías. No deja de ser la historia de los hechos extraordinarios, pero,
¿Qué pasó con los iliplenses corrientes?¿con los del día a día?
Probablemente
no supongan ningún cambio crucial en el devenir de los siglos pretéritos de
Niebla, pero es lo que en este momento el cuerpo (y la curiosidad) me pide;
aunque no es menos cierto que responde a un proyecto antiguo tantas u tantas
veces aparcado.
Igualmente
para ser sincero debo reconocer que mi compañero de viaje en esta aventura
iliplense tiene gran parte de culpa. No hace mucho que coincidimos en
inquietudes, Antonio comenzó a preguntar curiosidades que le rondaban la
cabeza, pequeñas cuestiones, incluso se leía las recomendaciones que yo mismo
le hacía. Más tarde, al comenzar las charlas del club Raices (que espero
continúen si el parchís lo permite), andaba yo inmerso en la ocupación francesa
de Niebla durante la Guerra de Independencia, motivo por el que le pedí se
preparase esa parte; mentiría si no dijese que esperaba de él lo mismo que de
tantos y tantos que se me han acercado con el pretexto de nuestro pasado: tarde
o temprano se acaban aburriendo; pero mi amigo Bonilla no sólo se lo tomó muy
en serio, además empezó a demandar más trabajo y a buscar y rebuscar. Puede que
alguien dude sobre el carácter investigador de este trabajo, pero, en mi
opinión, este término no está exclusivamente reservado para los ambientes
universitarios; como dice el refrán “hace más el que quiere que el que puede”.
El
referido vínculo investigador siempre estuvo unido por reiteradas frases como “¿qué
tienes para mí?”, o el consabido “me tienes abandonado”. Es difícil saciar una
mente curiosa, pero entre ambos hemos encontrado un verdadero filón: nuestro Archivo Historico Municipal.
Desde
hoy este blog se va a ir llenando de pequeñas historias locales salidas
directamente de las personas que las vivieron y/o escribieron.
Somos
un pequeño equipo de investigación que no pretende más que divertirse y, de
paso, beneficiar con ello a cualquier interesado en nuestro pasado iliplense.
En el
poco tiempo que llevamos trabajando ya nos hemos encontrado con temas tan
sugerentes como: brujas, Inquisición, conventos desaparecidos, patrones
desconocidos, la peste, etc. etc.
¿Os
interesa? Si es así, poco a poco iremos desgranando la historia de la vida
cotidiana de los iliplenses desde el siglo XVI.
Os esperamos
aquí.
Antonio
Bonilla y Pelayo Castillo
Sueño con que un día se pueda escribir una gran historia que se desarrolle en Niebla (novela histórica).....¿Te gusta escribir?
ResponderEliminarFernanda
Es un sueño compartido Fernanda, de hecho tengo varios comienzos para el mismo, aunque el dedicarme a la historia más científica me consume el poco tiempo libre que tengo.
EliminarMe gusta... no, me encanta escribir (que sea bueno es otro asunto).
De hecho ya hay un par de publicaciones relativamente pequeñas sobre Niebla, una es de Angel Becerra y son relatos cortos entre los que se incluye uno sobre Clodio Fabato. Otro se titula "el leblí" y cuando llegue a Niebla te digo el autor, va sobre la conquista de Niebla por Alfonso X.