En estos días en los que la meteorología nos sorprende
con grandes aguaceros, la impuesta clausura que el paraguas nos trae una
nueva coincidencia temporal.
En este caso nos vamos hasta el 7 de abril de 1641 en un
cabildo municipal en el que se decide traer a la Virgen del Pino desde su
ermita para paliar los temporales que en ese momento estarían azotando los
campos iliplenses.
Como reza el refrán: “En abril, aguas mil”, pero hay
veces que las mil caen juntas y se requiere intervención celestial. Os dejamos
la transcripción de esta parte tan curiosa (y fervorosa) de nuestro pasado.
En la villa de Niebla en
siete días del mes de abril de / mil seiscientos quarenta y un años se juntaron
a cabildo…
Que se traiga nuestra /
señora del Pino (nota al margen) / En
este cabildo se acordó se traiga Nuestra Señora del Pino / de su ermita a la yglesia
maior desta villa y se le diga un / nouenario de misa cantadas por los temporales
/ y para que cuiden desto nombraron por diputados / a los dichos Gonzalo de
Baldelomar y Diego / Alonso Coronel[1] /
Y en esta forma se acauo
este cabildo de que doy fe / Joseph del Castillo [firma] //
A.M.N. leg nº5 fol. 176 vº
Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla Giles
[1]
Gonzalo de Baldelomar y Diego Alonso Coronel son regidores del cabildo.
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