En 1578, el rey de Portugal Sebastián I muere sin
descendencia, por lo que se plantea en el país luso una lucha por el trono, que
acabará zanjando Felipe II de España, quien, amparándose en sus derechos de
sucesión (era uno de los pretendientes), invade militarmente Portugal y se
proclama rey sin dar lugar a elección posible. De esta forma en 1581 se
instaura la “Unidad Ibérica”.
Por diversos motivos, que no analizaremos aquí, los
portugueses se sublevan contra la monarquía española en 1640. Se inician una
serie de enfrentamientos que no suponen una guerra continua entre las dos
monarquías, sino que son pequeñas contiendas y conflictos de mayor envergadura,
mezclados con guerras tanto de España como Portugal con otros países europeos.
Es la denominada “Guerra de Secesión Portugesa” (1640-1668).
No existe constancia de que en la ciudad de Niebla se
produjeran combates, pero el carácter fronterizo del condado de su nombre hizo
que la situación de alerta fuese continua, de hecho en dos localidades del Condado sí que tuvieron
lugar ataques de tropas portuguesas, concretamente en Paymogo (1643) y en
Cabezas Rubias (1644).
Hasta el año 1646 las tropas se concentran en Ayamonte,
donde el propio duque de Medinasidonia comanda el ejército contra los
portugueses, pero el ataque y saqueo de poblaciones condales hace que en 1647
el rey Felipe V asuma el control de la guerra y ordena crear un ejército
permanente en la fronteriza Ayamonte. Niebla contribuye a este ejército con 12
infantes y un caballo renovable mensualmente, pero la población debería estar
preparada tal y como se recoge en el acta de cabildo de 8 de mayo de 1647:
El maese de campo de Ayamonte mandó una orden en la que
insta al cabildo a que se toque / la caxa
de guerra y se ponga y enarbole la bandera / en las casas de cauildo y se eche
bando público por boz de / pregonero para que todos los uezinos desta uilla,
ansí de a pie / como de a caballo, tengan apersebidas sus armas //
Los peones deben tener listos sus arcabuces con pólvora,
balas y cuerda; los caballeros sus caballos con sus pistolas y armas de fuego.
Tanto unos como otros eran supervisados por el Alferez Mayor de a caballo y los
cabos de milicia de infantería. Esta prevención incluye tanto a los de la leva
mensual como a los que entrarán en los siguientes turnos.
No sólo los hombres de las levas tenían que estar listos,
también se recogen órdenes para los tenderos, de forma y manera que se les notifique a los tenderos desta /
uilla, tengan cada uno de ellos dentro de segundo día dos arrobas de / polbora
en sus tiendas, dos arrobas de balas y una arroba de cuerda / para bender a los
soldados que lo abieren menester /
Una nueva pincelada de nuestro archivo, aprovechando las
coincidencias de fechas queremos poco a poco ir satisfaciendo la curiosidad de
aquellos que, como nosotros dos, aprecian la historia de su pueblo.
Antonio Bonilla Giles y Pelayo Castillo Palacios.
Bibliografía:
- - DOMINGO MUÑOZ BORT. Repercusiones de la guerra entre España y Portugal en la villa de
Niebla: 1640-1652. En Condado de Niebla. Septiembre 1986.
- - A.M.N. leg nº 5, fols. 383vº y 384rº
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