Hace
un tiempo, cuando estaba leyendo y estudiando el “padrón de vecinos y cuantías
de Niebla” de 1503 me llamó la atención la cantidad de zapateros que había en
nuestro pueblo entonces. Las coincidencias son posibles, pero normalmente responden
a una o varias causas, sobre todo cuando la circunstancia se repite en el
tiempo.
Veamos
una transcripción del legajo 4 de nuestro Archivo Histórico de Niebla:
76rº
La
uilla de Niebla, en primero día del mes de agosto de mil y / seiscientos y
treinta y un años. Se juntaron a cabildo el capitán Esteban / de Parrales y el
licenciado Alonso Hernandes, alcaldes ordinarios, y don / Luis Daranda, alcayde
en las ausençias de don Çepriano de la / Cueba, que lo es en propiedad, y Juan
Rodrigues Moreno, Francisco / Serezo, Joseph del Castillo y el doctor Lançarote
Pimienta, / regidores, y luego entró Alonso Pérez Biçente, alferes mayor / de a
caballo. /
76vº
Por
quanto el eseço de los precios en los sapatos y obra / de çapatería es notable
y resultan muchas quejas sien- / do así que por probiçión de su excelencia el
duque, mi señor, se les / haze disimulo a los sapateros de que por el uso de sus
ofisios / puedan curtir, de que les resultan muchos aprobé- / chamientos así
por elaboro que hasen en la curtiduría / como por ser libres de alcabalas y
siendo esto bien gene- / ral que a de tener primero lugar al particular de los
dichos sa- / pateros, pues podían vivir y pasar con moderadas / ganançias por
gobierno particular y cosa ynportan- / te a esta república,…
Lo primero que nos llama la atención es la exención de
alcabalas que tienen los zapateros iliplenses; la alcabala es probablemente el
impuesto más importante del Antiguo Régimen español, gravaba el comercio y el
que más ingresos producía a la Hacienda Real, cualquier transacción de
compra-venta implicaba un beneficio para la corona en forma de impuesto,
denominados alcabalas. Pues, desde el principio del dominio castellano, es
decir, desde la conquista de Alfonso X y sus respectivas concesiones a Niebla,
este gremio de zapateros (junto con los toneleros) se vio favorecido por la
exención de algunos impuestos, no solo las alcabalas, también los
almojarifazgos. ¿Podrían ser estos beneficios fiscales una atracción para
zapateros de lugares cercanos?, pensamos que sí, ya que en el referido padrón de
1503 se recogen 14 zapateros, de los cuales 7 son “anteriores” y otros 7 son “recientes”;
como curiosidad os ponemos sus nombres:
Pero
Seuilla, Alonso Gonçalez, Diego Gonçalez, Juan de Montedoca, Gonçalo Hernández,
Juan de Sanlúcar, Antón Rodríguez, Arias Alonso, Garçia Rodriguez, Alonso
Hernández, Rodrigo Arias, Cristoual Garçía, Diego de Cortés y Garçia Martín.
A
los anteriores habría que sumarles las viudas de otros dos nombres, Francisco Rodríguez (fallecido).y Hernández
Sánchez (fallecido)
"El zapatero remendón y su familia" Maître des Cortèges, s. XVII
Es el
oficio mayoritario entre los manufactureros de la Niebla de principios del
siglo XVI, de hecho, para una población total de 533 vecinos (unos 2500
habitantes) se nos antoja un número elevado el de 14 zapateros, probablemente
también nos encontraríamos ante un producto de exportación desde Niebla a otros
lugares.
Circunstancia
que volvemos a ver repetida en la época del acta de cabildo que nos ocupa; en
los listados de milicias correspondientes a 1651 encontramos la siguiente relación
de vecinos zapateros de Niebla:
Juan Gómez, Francisco Márquez, Juan Ramos,
Diego Rodríguez, Joseph Rodríguez, Diego Ruiz (zapatero remendón) y Pedro Díaz.
Aunque
son menos, hacen un total de 7 zapateros para 220 vecinos, con lo que la
proporción es casi la misma que para un siglo y medio antes, indicador de una
actividad económica que mantuvo su protagonismo a pesar del despoblamiento
sucesivo de Niebla (tengamos en cuenta que poco después del padrón de 1503 se produce el saqueo de 1508
con gravísimas consecuencias para Niebla y su población)
Continuemos
con el legajo 4:
…se acordó se les notifique a todos los /
susodichos que los sapatos de quatro suelas de dies puntos / arriba, los bendan
a ocho reales y medio; y dende abaxo asta / siete puntos a seis reales; y que
los sapatos de baca de diez pun- / tos arriba a siete reales y de zagales a
sinco reales; y por / un par de suelas de baca echados, tres reales y medio; y
en la mano / dos reales y medio. Y en quanto al calsado de mugeres y muchachos,
/ al respeto. Y que a todo género de calsado de cordobán le echen / la
plantilla de suela y no de badana ni baldrés como lo / suelen hazer; y que se
les apersibe que usen sus ofisios se- / gún los usan de presente, pena de que
en ellos se executaren / las de las reales premáticas de su magestad. /
El
punto es la unidad de medida para el calzado, variando según la zona de Europa
donde estemos, podemos ver que, cuanto mayor era el zapato, también lo era su
valor.
Igualmente
podemos inferir algo sobre los materiales con que los hacían. El cordobán es piel curtida de ternero o
becerro adornada con relieves, siendo el español considerado el mejor curtido
de Europa, aunque también se utilizaba el baldrés,
que era una piel de cordero u oveja. No nos debe sorprender la abundancia de
estos materiales, ya que Niebla, su Condado y término, no sólo poseía “pueblos
de calidad, con una agricultura rica”, tal y como recoge el censo de 1528 de
Carlos I, sino que disfrutaba de extensas zonas de dehesas donde pastaban
rebaños de bueyes y ganado ovino. De esta forma, la materia prima no era
difícil de encontrar.
reproducciones de calzado del siglo XVII
Como
podemos ver, no era un mercado libre, el cabildo impone los precios del
producto, no los artesanos, pero ¿eran un producto caro o barato para la época?
¿Podían vivir y pasar con moderadas ganancias
tal y como argumentan los capitulares? A modo de comparación hemos sacado
algunos precios de otros productos más comunes para que hagáis una comparación
relativa. En 1631:
-
una arroba de vino valía 3,5 reales
-
una libra de pan, 8 maravedís
-
una libra (1/2 kg) de carne de carnero, 14
cuartos o 3.5 reales
-
un cuartillo (100grs.) de aceite, 18 maravedís.
Aquí
os dejamos las equivalencias para que saquéis vuestras conclusiones, caros o
baratos, lo que sí parece innegable es la calidad del producto, tanto por sus
materiales como por la competencia que debería existir en Niebla.
Libra castellana = 460 grs. aprox.
1 ducado = 11 reales =375 mrs.
1 real = 34 mrs.
Fuentes:
ARCHIVO MUNICIPAL DE NIEBLA,
leg. 3 y 4
ANASAGASTI VALDERRAMA, ANA
MARÍA y RODRIGUEZ LIAÑEZ, L. Niebla y su
tierra en la Baja Edad Media: historia y documentos: Diputación de Huelva, Servicio
de Publicaciones, 2006, 2 v.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA.
Censo de pecheros de Carlos I, 1528. Tomo
II. Madrid. 2008.
LADERO QUESADA, MIGUEL ANGEL. Niebla, de reino a condado. Colección
investigación. Diputación de Huelva. 1992, Huelva. Libro en propiedad.
Pelayo Castillo Palacios y Antonio
Bonilla Giles.
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