Con este personaje cerraré las “justificaciones históricas” que me han motivado a escribir estas crónicas.
En cuanto a los motivos por los que creo que merece un puesto entre nuestras calles no me extenderé mucho, baste leer mi discurso que la revista de las fiestas publicó el pasado septiembre 2009. No tengo más remedio que reconocer que el calificativo de “el vencido”, tal y como lo llamó Manuel Labrador, es totalmente acertado ya que realmente fue derrotado por las tropas del rey castellano (aunque fuese por asedio y sin librar batalla).
Sin embargo yo también utilizo el de “el traicionado” ya que es muy probable que Ibn Mahfuz fuese vasallo ya de Fernando III, padre de Alfonso X, y que pagase tributos a ambos por su vasallaje. De hecho ya en un privilegio rodado a la iglesia de Toledo fechado en febrero de 1253 en Sevilla, se recoge la firma de confirmación de “Don Abenmafoth, rey de Niebla”. La misma situación se repite en 1257, en Cartagena; y así en varios documentos más hasta que el 28 de junio de 1261 aparece por última vez como cofirmante en un privilegio rodado real. Estamos hablando de meses antes del comienzo del sitio de Niebla. Ninguna fuente cristiana o musulmana refiere los motivos del rey castellano para asediar la capital del reino de su vasallo en una decisión unilateral.
Según MANUEL GONZÁLEZ JIMÉNEZ, probablemente el mayor conocedor de la vida y acciones del rey Alfonso X, la capitulación otorgada a Ibn Mahfuz y a sus súbditos fue inusualmente generosa. De haberse tratado de un asedio “normal”, la consecuencia lógica hubiera sido, como en otros asedios anteriores y en aplicación de las leyes de la guerra de la época, la expulsión en masa de la población musulmana con sus autoridades al frente. En cambio el rey de Niebla recibe tierras e ingresos para su mantenimiento y su corte en Sevilla, lo que siempre me ha llevado a pensar que la conciencia del rey sabio no estaría muy tranquila.
Para ilustrar un poco esta crónica he buscado imágenes en internet de personajes famosos (sólo algunos porque la lista sería interminable) que poseen estatuas conmemorativas en sus lugares de origen o donde realizaron acciones por las que pasaron a la historia. Todos tienen algo en común: acabaron siendo vencidos por defender la tierra que querían, su tierra de una u otra forma.
Por orden: Atahualpa (Cuzco), Vercingetorix (Gergovia), Viriato (Zamora) Juana de Arco (Orleans), Napoleón (París), Salvador Allende (Santiago de Chile) e IBN MAHFUZ (Niebla)
- ANASAGASTI VALDERRAMA y RODRÍGUEZ LIAÑO. Niebla en la época de Alfonso X el sabio.
- ANASAGASTI VALDERRAMA y RODRÍGUEZ LIAÑO. Niebla y su tierra en la Edad Media.
- CABRERA, EMILIO. La señorialización de Andalucía en el siglo XIII.
- GARCÍA SANJUÁN, ALEJANDRO. Consideraciones del libro “Niebla Musulmana”.
- GARCÍA SANJUÁN, ALEJANDRO. Significado geográfico del nombre de Al-Andalus.
- GARCÍA SANJUÁN, ALEJANDRO. La caracterización geográfica del Garb-al-Andalus en las fuentes medievales musulmanas.
- GARCÍA SANJUÁN, ALEJANDRO. La conquista de Niebla por Alfonso X
- GÓMEZ TOSCANO, LÓPEZ y BELTRÁN. Nuevas perspectivas acerca de la Huelva islámica
- GONZÁLEZ JIMÉNEZ, MANUEL. Alfonso X el sabio.
- JURADO ALMONTE, JOSE MANUEL y CASTILLO PALACIOS, PELAYO. Niebla. En “los pueblos de Huelva”, nº 56, tomo III
- LADERO QUESADA, MIGUEL ANGEL. Niebla, de reino a condado.
- LÓPEZ MARTÍNEZ, CELESTINO. Mudéjares y moriscos sevillanos.
- ROLDÁN CASTRO, FÁTIMA. Niebla musulmana. Siglos VIII-XIII
- ROLDÁN CASTRO, FÁTIMA. Ibn Mahfuz en Niebla
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