¡No se me amontonen compadres!
Quería empezar de otra forma más gráfica, pero por si alguien no la llegase a comprender, me abstendré y opto por una más diplomática.
El comentario de Antonio a mi anterior artículo no es más que la expresión por escrito de algo que ya se está convirtiendo en habitual. Algunos de vosotros me abordáis y no sólo me decís que os gusta el blog y que lo leéis a menudo (con esto mi ego se considera más que recompensado), el problema viene cuando me urgís a escribir más a menudo, queréis saber más y con mayor frecuencia.
Pero bueno, ¿estoy creando “blogadictos”, o qué? Siento deciros que vuestra ración es complicada de conseguir.
De verdad, requiere mucho trabajo hacer un artículo de historia iliplense. Otra cosa son los de opinión, como este, simplemente piensas un poco, te sientas al teclado y largas lo que la mente te dicta, con interrupciones domésticas no debería llevar más allá de media hora. Pero nuestra historia es harina de otro costal; para mí es imposible llevar en la memoria todos los datos que os voy desgranando poco a poco, más aún si tenéis en cuenta que suponen apenas un 20% de la información que realmente podría publicar; a esto sumadle la cantidad de documentos, archivos escritos y gráficos, manuales, publicaciones y un largo etcétera que debo consultar antes de escribir algo.
Muchas veces os he dicho que mi intención es publicar las conclusiones que yo saco de lo que se ha publicado (o no) y de mis propias investigaciones, lo fácil es copiar y pegar, de hecho se hace en la mayoría de los blogs iliplenses, pero no es mi estilo, cuando pongo una cita son las palabras de otros que me parecen imprescindibles, pero la mayor parte de las veces son mis propias conclusiones, a las que he llegado después de leer mucho e incluso cambiando de parecer a lo largo del tiempo, fruto de nuevas investigaciones, de puntos de vista que no había tenido en cuenta o cualquier otro motivo que lo justifique.
Para que os sirva de ejemplo os contaré el proceso de los artículos sobre Fabatus.
- 12 artículos en PDF, específicos sobre el tema, de entre 12-20 páginas de media.
- Lectura de capítulos de libros sobre Niebla, no bajan de 5, algunos más generales y otros más específicos
- Búsqueda de imágenes e información suplementaria en internet.
- Lectura de manuales/apuntes de la carrera sobre Historia general de Roma e Historia romana de la Península Ibérica, para colocar exactamente el artículo en su contexto.
- Consulta con profesores de la Universidad sobre aspectos muy específicos, en este caso mi “profe” de Paleografía me aclaró que una carta privada entre un matrimonio no habría utilizado el latín conocido en el siglo XVII-XVIII, sino el vulgar o común, además de haber enviado la carta en un soporte distinto al pergamino, probablemente un papiro, tablilla encerada u otros menos comunes.
- Nueva visita y fotos a la Iglesia para retomar el tema.
Probablemente se me haya olvidado algún otro trámite, pero como podéis ver no es sólo sentarte y soltar lo que sabes o te han contado, me gustaría hacer un trabajo serio, os lo merecéis.
Siento no poder ser más fructífero, pero os lo podéis tomar como el suplemento dominical de cualquier periódico, a cambio os prometo hacer artículos más extensos, en cuanto a los históricos se refiere, ya que los de opinión son rápidos y fáciles.
Siento decirte Antonio que aún no tengo fotos del famoso mosaico, pero si ha estado dos mil años escondidos, esperar un poco más no me preocupa. Como te veo muy “exigente” te mandaré deberes dobles:
Identifica el lugar desde el que está hecha la foto (tengo que volver con un trípode para hacer una panorámica), probablemente es el sitio de mayor altura desde el que se “vigile” Niebla, digo vigile porque casi con seguridad existía un asentamiento musulmán fortificado. Es un yacimiento arqueológico cercano a nuestro pueblo.
Ahora identifica dos de mis “ayudantes” iliplenses, se lo pasaron pipa correteando por el monte. Si aciertas, te premiaré con alguna foto más, amigo.