O lo
que es lo mismo y como se dice tradicionalmente: “no ver el Mal, no escuchar el
Mal, no decir el Mal”. De esta forma también se le aplica a la indiferencia voluntaria
ante los problemas.
El
problema radica cuando esta voluntariedad implica jugar con la salud de las
personas. Evidentemente me refiero a los últimos acontecimientos locales, bueno
nunca son los últimos porque la capacidad de sorpresa en Niebla ya ha sido
superada con creces muchísimas veces y cualquier mañana te puedes levantar con
otro “logro” de los que nos gobiernan.
Sí
señor, la famosa QUEMA DE RESIDUOS, un tema espinoso donde los haya.
Especialmente
susceptible porque implica la Fábrica de Cementos y cada vez que surge algún
tipo de conflicto con la cementera los enfrentamientos suelen ser
irreconciliables. Tras leer mucho de lo que se ha publicado en medios de
comunicación y redes sociales contemplo tristemente que los argumentos clásicos
de que “la fábrica de Cementos no puede cerrarse porque da de comer a Niebla” o
“se está jugando con puestos de trabajo de iliplenses” no terminan de
convencerme. Cierto es que en su momento fue el principal motor de Niebla, lo que
supuso un cambio cualitativo en tanto en cuanto se pasó de un pueblo de
economía básicamente agropecuaria a otro supuestamente industrial, pero también
el famoso “monocultivo del cemento” supuso la falta de alternativas, porque
todo quedaba ahogado por la fábrica, aunque como ya referí en una entrada
pasada la fábrica igualó a todos,
creo que no podemos anclarnos en los años 60 del siglo XX. Hay comparaciones que son odiosas, pero tan sólo en nuestro Condado existen pueblos con número de habitantes parecidos, términos municipales inferiores, patrimonio netamente inferior, etc. etc. y no se han hundido por no tener cementera. No defiendo un cierre de la misma, pero tampoco el uso demagógico del trabajo ajeno.
La
empresa, como entidad destinada a procurar beneficios para sus
accionistas/dueños siempre utilizará el fantasma de la improductividad para
conseguir sus fines, los de quemar ¿qué cosas?¿con qué controles?, sólo tenéis
que indagar un poquito y descubriréis que los controles que se hacían in situ
años atrás estaban programados o cuando menos avisados, si las fugas y escapes
son reiterativas y notorias en un lugar tan cercano a la misma capital ¿quién
controlará un lugar más apartado donde los que deciden ni viven ni lo sufren?
Incluso
hay quien argumenta que “no está demostrado que la contaminación iliplense sea
culpable de la salud de la población”. Los estudios epidemiológicos a nivel
provincial son más que notables, escandalosos, Niebla tiene una tasa de
enfermedades muy por encima de la media provincial, regional y nacional. Por
muy evidente que parezca parece que hay personas que no lo quieren ver
(recordemos lo de los tres monos), la contaminación, igual que el tabaco, acaba
perjudicando la salud, quizás no tan inmediatamente como un atropello o un accidente
laboral, pero cualquier riesgo hay que eliminarlo. Más vale prevenir que curar
y yo, ante la duda, prevengo.
También
se han cuestionado las formas de aquellos que protestan ante la posibilidad de
incinerar en Niebla, sinceramente, y partiendo de la base que tan sólo he visto
las fotografías colgadas en las redes sociales, no me parecen para nada ni
escandalosas ni fuera de lugar. ¿Cuántas manifestaciones hemos visto con ataúdes,
personas cubiertas de pintura a modo de sangre, encadenadas o en situaciones
que pudieran parecer “escandalosas”? muchas veces entramos en una falsa
hipocresía que nos hace criticar unas cruces porque pueden afectar a los mismos
niños que dejamos jugar a videojuegos hiperrealistas y que
consisten en matar y matar. Quizás el problema está en que la apatía y la sumisión
iliplense han llegado a unos niveles tales que han embotado el pensamiento y la reclamación social.
Ya
una vez se tumbó un proyecto de montar una planta de quema, incineración o vete
a saber qué (ver 2º pleno extraordinario
de 20 de junio de 2013), incluso nuestra alcaldesa una vez rechazado el
proyecto sembró el pueblo diciendo que “pediría informes a la Universidad de
Huelva”, ¿dónde están esos informes?¿por qué no se informa al pueblo de algo
tan importante como su propia salud?
Por
los dos grupos de la oposición sabemos que los gobernantes locales tenían
noticias de la solicitud de la fábrica ¿por qué no se informa a través del rimbombante
gabinete de prensa? No sólo se cobra para poner fotos de reuniones con
políticos que prometen y prometen. Bueno, en honor a la verdad ya sí que
podemos ver el comunicado en la web del Ayuntamiento, si reciben la propuesta el día 10, ¿por qué no se firma el comunicado público hasta el 27?, evidentemente
porque la protesta social hace mella.
Ahora
bien, una vez comunicado también se echa de menos la postura de los que
gobiernan, la de PP y PA es clara, pero ¿qué piensan nuestra alcaldesa, la Concejalía de Medio Ambiente, la de Salud, o incluso nuestro “técnico de medio
ambiente”?... de nuevo no ver, no oír, no hablar.
El
16 de enero (6 días después de recibir el comunicado de la fábrica),
Condavisión publica un vídeo con declaraciones de nuestro primer edil:
“el
motor de despegue de Niebla pasa exclusivamente, o principalmente, más bien
principalmente, por fomentar el turismo”
¿Por
qué ese secretismo acerca de la fábrica?¿por qué esa defensa a ultranza? El argumento
de que “sin incinerar la fábrica deja de ser rentable” no me sirve, al fin y al
cabo Vd. cree que el motor de despegue es un sector que no ha generado beneficios en más de 13 años.
A la
espera de sus atentas y espero que bien informadas respuestas se despide un
iliplense que quiere un futuro para sus hijos más sano que el actual, si es
posible.
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