Ayer Hice mi primera peregrinación al Rocío con la
Hermandad de Niebla, mi primera intención era la de escribir y escribir, contar
mi experiencia… pero es algo tan especial, tan personal, que realmente aconsejo
a todo el mundo hacerlo al menos una vez para descubrir un mundo totalmente
diferente.
Por ese motivo y porque si es verdad que una imagen vale
más que mil palabras, cuelgo una serie de fotografías que comentaré muy
levemente. Que sirvan de ánimo a aquellos que aún no lo conocen y de ligero
consuelo a los que no han podido.
Niebla se pone en marcha.
Rezando el Ángelus en Rociana, uno de los momentos
sensibles con Manolo dedicándole una sevillana al Simpecado
Una parada.
El principal “culpable” de una jornada inolvidable,
siempre pendiente de todo y de todos.
De los poquitos momentos de relax, tras la comida.
Niebla por las arenas.
Peregrinos, mis compañeros de viaje.
Para presumir de Hermano Mayor… y compañía. Cada uno
recoge lo que siembra, y Manolo se merece todo lo bueno que le pase.
Con pies…
… y manos.
La sombra del peregrino y la carreta.
La mejor
compañía del mundo, me ha hablado durante horas sobre el Rocío. Gracias por el “préstamo”
amigo Miguel.
La profesionalidad del carretero.
La generosidad y el compartir.
Con Bonares.
Preparándose para el trabajo más duro.
Con el trabajo en sus manos, enhorabuena por todo artista.
Ya huele a Rocío
No hay comentarios:
Publicar un comentario