Ayer estuve en Niebla charlando un rato con mi amiga Mercedes del Pino, entre otros temas salió en la conversación Modesto, sí ese “cura que estuvo en Niebla y que se fue a Madrid a estudiar periodismo” o por lo menos hasta aquí llegaba mi conocimiento sobre él.
Hoy, dando mi paseo diario por la “Niebla virtual”, vuelvo a encontrarme con el enlace de Minidialogos “De Modesto”, no me lo pienso y entro en su blog “Que todos seamos uno”. Mi sorpresa, y también mi desconocimiento de Modesto, se hacen manifiestos cuando veo un texto en francés, ¡mira tú qué bien! ¡Voy a poder refrescar un poco mis conocimientos de la lengua de Molière!
Su mensaje es sencillo pero impactante “que todos seamos uno”, nada más y nada menos; obviamente por tu carácter de religioso entiendo que el uno aglutinador debe ser la fe en Dios, pero a mí me gustaría hacerlo extensivo a todos y cada uno de los aspectos de la vida, sobretodo la cotidiana. El esfuerzo comunitario proporciona una gratificación personal que nada tiene que ver con la postura egoísta del “yo, mi, me, conmigo”. Durante mi vida profesional siempre he tenido que trabajar en equipo, debo añadir que, de las lecciones más importantes que aprendí fue dejar en manos de mis compañeros mi vida, al tiempo que ellos me confiaban las suyas.
Esta actitud mía tradicionalmente me ha hecho meterme en más empresas de las que podía abarcar, pero no puedo negarme cuando alguien me pide ayuda para algún proyecto en común.
Desde mi simple opinión os conmino a aunar esfuerzos y remar hacia una meta común, os garantizo muchísimas satisfacciones y, lo que es mejor, un gran número de amigos.
Quisiera finalizar con una petición el deseo de Modesto:
ME GUSTARÍA TAMBIÉN SER UNO
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