Los
iliplenses nos sentimos orgullosos de poseer una de las fortalezas más
impresionantes de Andalucía que va recobrando su altivez e historia con las
últimas campañas de documentación y excavación.
Pero
¿sabéis que hubo quien propuso su derribo?
A
finales de 1928 se inicia la reconstrucción del castillo por parte de Elena
Whishaw, previa concesión al marqués de Bute en 1926. El proyecto contempla el
desalojo de familias que vivían en el interior del monumento, para lo cual
construyen la barriada de Santa Catalina, popularmente conocida como “los
Portales”, ofreciéndoles condiciones de vidas mucho más dignas que las del
ruinoso castillo. Para profundizar en esta actuación recomiendo la tesis
doctoral de don Juan María Acosta Ferrero o cualquiera de las publicaciones
fruto de la misma.
Mientras
tanto se producía una proclama incendiaria, recogida años después en una
publicación titulada “Mosaico de apuntes históricos de la ciudad de Niebla para
el uso de las escuelas, dedicado al pueblo de Niebla”, la segunda parte de un
compendio firmado por Cristóbal Jurado Carrillo. En un capítulo titulado
“Divulgación histórica interesante” hemos extraído algunas partes con las que
Jurado pretendía aleccionar a los futuros escolares:
Las
bellezas artísticas… no se ven en el Castillo de Niebla, tan sólo se recuerda
únicamente la torre del homenaje con ventanales y barandales góticos…todo lo demás son cárceles y mazmorras de
tres pisos, para castigo de los delincuentes y castigo de los prisioneros y
cautivos… generalmente lugares de tortura. Todo, recuerdos de terror,
desolación, lamentos, sangre y muerte... no vale la pena de la
restauración y conservación de este castillo, cuyos materiales debían
destinarse para bien de todos, especialmente del obrero, a talleres, escuelas,
bibliotecas, casas higiénicas y otros lugares, para alivio de la vejez y de las
enfermedades de las clases necesitadas y humildes… No queremos próceres ni
restauración de castillos a la inglesa…Los pocos turistas o arqueólogos deben
sacrificarse al bien de las clases pobres, que demandan no castillos y
fortalezas, mansiones de soberbios, sino obras sociales, a que deben dedicar su
dinero los hombres ricos.”
Todas estas "lindezas" firmadas por Cristóbal de Niebla.
No deja de ser irónico que un supuesto erudito
defensor del patrimonio de Niebla, montase su colección particular a base de DEPREDAR piezas arqueológicas de otros monumentos, lo que explica su propuesta
de demolición del castillo, sólo hay que ver la portada gótica de la torre del
homenaje que exhibió en el patio de la iglesia y otras tantas de San Martín, de
la calle Campo Castillo, etc.
Está claro que en un abierto enfrentamiento con E.
Whishaw prefería destrucción sobre restauración, por encima de arqueólogos y
turistas. De ahí su referencia a la “restauración de castillos a la inglesa”.
Aunque propone que la verdadera obra es ayudar a los necesitados, obvia de forma interesada la actuación benéfica
para con los habitantes del castillo, ofreciéndoles viviendas nuevas en lugar
de ruinas, incluso con una capilla que nunca se llegó a consagrar.
Leyendo este pasaje de Jurado me explico la
obstinación que tradicionalmente se ha tenido en llamar mazmorras a la barrera
artillera norte, por desgracia los españoles sabemos muy bien lo que es sufrir
una leyenda negra sobre nuestra historia, aunque en este caso el orden se ha
invertido y es el párroco español quien las fabricó a manos llenas, pero eso
será profundizado y documentado en otro capítulo.
Por suerte las ideas de Jurado sobre el patrimonio de Niebla no fueron a buen puerto ni tenidas en consideración, por lo que hoy podemos seguir presumiendo de Castillo-Alcázar señorial. Un capítulo más de las actuaciones de este controvertido personaje que poco a poco iré desgranando .
Para los que piden datos y fuentes, sin aportar
ellos ninguno, ahí van algunos, no todos, que entonces no terminamos.