"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

martes, 20 de marzo de 2012

DALE LIMOSNA, MUJER... PARTE I

Dale limosna, mujer
que no hay en la vida nada
como la pena de ser,
ciego en Granada.
Francisco A. de Icaza 
Recién acabado de llegar, como quien dice, de Granada.
Nuestro regalo de Reyes debería haber sido un fin de semana en Córdoba, pero los hados nos tenían reservado algo infinitamente mejor: la imposibilidad de reservar nada en la califal capital de los Omeyas andalusíes el sábado 17. No quisiera con esto desmerecer para nada la bellísima Córdoba, pero la alternativa que nos quedaba ha sobrepasado todas mis expectativas.
No es la primera, y ruego a Dios que no sea la última, ocasión que visito la tierra de mi padre, la “ciudad más señorita de Andalucía” como él mismo la define; pero nunca lo había hecho como ahora, con la pausada tranquilidad de quien no depende de una agenda, lo que pueda ver, será visto, pero disfrutándolo… ¡cuánta razón profetizada!
Nunca un tópico ha dejado de serlo con más razón; cuando se dice que las cosas hay que gozarlas con todos los sentidos toman verdadero significado en la Granada de este viaje.
El cansancio de los días anteriores y del viaje pedía una ducha a gritos, una pequeña siesta y dejarte llevar al centro de la ciudad siguiendo el caminar de la mayoría, sin prisas, al ritmo justo para ver el inusual cierre de las tiendas más allá de las 9 de la noche, desde la comercial calle Zacatín una pequeña puerta con unos azulejos que proclaman Alcaicería, de repente un conjunto de callejuelas donde si abres los brazos en cruz puedes tocar ambas paredes, bueno… es un decir, porque las paredes están repletas de artículos en cuero, telas, taraceas, recuerdos múltiples, etc. En definitiva un bazar que, a pesar de ser ciertamente turístico aún es capaz de retrotraerte más de cinco siglos.

Otra de las cosas que no han dejado de sorprenderme son los olores. Rara es la calle del centro que no tiene su tienda de especias, inundando de aromas todos los rincones de la ciudad antigua cristiana; si a esto le añadimos los puestos de incienso vaticinando la Semana Santa nos lleva a caminar inmersos en una nube de aromas orientales inigualable.
Para la primera noche Jardines del Triunfo, Gran Vía, San Juan de Dios, alrededores de la Catedral, Capilla Real y a cenar. Para la comida cometimos el único pecado del viaje: una pizza con cocacola junto al hotel (la premura nunca es buena consejera). No obstante la cena iba a purgar semejante aberración culinaria en la ciudad nazarí.
Nos metimos en la calle Calderería Nueva, de la que había leído tiene las mejores teterías de la ciudad, buscando además un restaurante que aconsejaba mi guía (es otra de mis manías, tendré no menos de 20 guías de ciudades en casa). Recoleta, ambientada, empedrada, cuesta arriba ( o abajo, según se ande), con mucha gente joven, pero sin llegar a agobiar, paseable, iluminada básicamente con luces suaves de las tiendas y teterías (la mayor parte a base de velas). Al final y tras muchísimas indecisiones (todas nos gustaban) nos decidimos por la Kasbah… ¡pleno absoluto! Mi cena a base de cerveza, hummus  y cous cous con vegetales, acompañada de natillas caseras, té suave y dulces moriscos tan sólo fue mejorada con el precio… 26 euros ¡la pareja! Absolutamente recomendable para grupos pequeños, parejas… todos aquellos que queráis sentiros como en las mil y una noches, incluso puedes fumar ¿se dice fumar? una cachimba, pero mi atrevimiento no llegó a tanto, ya llevaba los sentidos más que satisfechos.

Curiosamente al salir nosotros (sobre las 12 de la noche) empezaba a llegar el grueso de la gente a tomar té y café, pero el sábado sería completo y necesitábamos descansar el cuerpo y el alma. Creo que la mandíbula inferior se me cayó de alucine al llegar al centro y no volví a cerrarla hasta dormirme.

domingo, 11 de marzo de 2012

CRISTÓBAL JURADO O LA CADUCIDAD DE LA HISTORIA

Con esta CADUCIDAD DE LA HISTORIA, no estoy tirando piedras sobre mi propio tejado, realmente reivindico la necesidad de actualizarla de continuo, no podemos anquilosarnos en el conocimiento. Al igual que en Medicina se buscan soluciones para dolencias que aún no la tienen, en Historia se revisa continuamente las teorías y postulaciones de los estudiosos de la misma. No hace mucho leí que la ciencia avanza a base de crítica de la crítica y así sucesivamente, totalmente de acuerdo, el movimiento es la base del avance y la crítica no es más que movimiento de las ideas.
            ¿Y esto a que viene?, os preguntaréis. Ando últimamente un poco atascado con las entradas, de hecho existe un proyecto en marcha referido a una efemérides señalada para nuestro pueblo; pero, para salir del paso quería publicar otra entrada sobre “mis libros de Niebla”. Aquí radica el problema. Una y otra vez choco frontalmente con una obra que, lejos de aclarar nuestra Historia, la continúa viciando (siempre desde mi modesto punto de vista)[i]
            Me refiero a la obra Mosaico de leyendas, tradiciones y recuerdos históricos de la ciudad de Niebla (Huelva), de Don CRISTÓBAL JURADO CARRILLO.


Jurado Carrillo junto a la imagen antigua de la Virgen del Pino

            Recuerdo que de niño era el referente sobre Niebla, en sus tres libros se recogía todo nuestro acerbo histórico-cultural, evidentemente esta situación cambió cuando comencé a estudiar Historia desde un punto de vista serio y coherente, con una metodología que nada tenía que ver con las fantasías de este cura multilaureado en su época.
            La producción literaria sobre Niebla de JURADO CARRILLO hace tiempo que dejó de ser un referente en publicaciones serias (no digo que la mía lo sea, pero lo pretendo con todas mis fuerzas), numerosos investigadores la definen cuando menos de fantasiosa, pero dentro de nuestro reducido ámbito iliplense aún se le considera un “Gurú del pasado glorioso de Niebla”, incluso, me apena ver como en algunas páginas webs y blogs locales se sigue utilizando su publicación (a veces citándolo, otras no) como recurso.
            Mi consejo y opinión es que salvo en puntos muy, muy concretos no podemos leer Mosaicos con un afán de conocimiento, probablemente tan sólo su primera parte del título …leyendas y tradiciones… sea parcialmente cierta, y digo parcialmente porque desde hace mucho tiempo pude observar grandes coincidencias entre algunos capítulos de Jurado y otros de un autor romántico que viajó por España durante el siglo XIX y escribió, los Cuentos de la Alhambra entre otros libros. Es esta última obra la que sin duda sirve de inspiración a parte de las leyendas y tradiciones de Jurado, otras directamente me parecen inventadas por el propio párroco.


Washintong Irving     

            Con esta exposición quiero mostrar mi incredulidad sobre muchas de las leyendas que circulan por Niebla, la gran mayoría no se habían recogido nunca antes de la llegada de Cristóbal Jurado, es por lo que manifiesto abiertamente mi oposición a tomarlo como fuente de confianza.
            Seguiré leyendo y consultando el libro de D. Cristóbal, pero como siempre he hecho, con la intención de leer una serie de cuentos ambientados en mi pueblo.
Siento ser así de sincero, pero desde el primer momento me propuse contaros lo que se, os guste o no. De esta forma cierro la entrada dedicada a Mosaico de leyendas, tradiciones y recuerdos históricos de la ciudad de Niebla (Huelva). Aunque la figura de este párroco aparecerá de nuevo en varias ocasiones, sin duda.


[i] Nótese que esta entrada la tenía preparada hace tiempo, puesto que la efemérides a la que me refiero es la toma de Niebla por Alfonso X

domingo, 4 de marzo de 2012

LA CONQUISTA DE NIEBLA, LOS ANTECEDENTES CASTELLANOS


Es realmente complicado establecer un momento concreto que marque la intención cristiana de conquistar definitivamente el reino de Niebla.
Por ejemplo, el profesor García Sanjuán se remite al lejano tratado de Sahagún que en 1158 reparte las zonas de conquista entre ¨Sancho III de Castilla y Fernando II de León; dicho tratado incluye los territorios entre Niebla y Lisboa como zona a conquistar por los leoneses. Pero la realidad sería otra muy distinta, ya que no se tuvo en cuenta a un reino aún joven pero que realizaría una rápida expansión hacia el sur, el reino de Portugal; estas futuras conquistas portuguesas marcarán definitivamente el devenir de Niebla, motivo por el cual me parece bastante arriesgado en tratado de Sahagún como inicio de la conquista iliplense.
En mi modesta opinión la primera vez que se indica expresamente que Niebla debe ser conquistada es en 1248, justo después de la conquista de Sevilla, cuando Fernando III se compromete con el emir sevillano Axafat a entregarle Niebla en feudo “cuando la gane” manifestando su intención de continuar su proceso expansivo desde el valle del Guadalquivir hacia el oeste.


 
estatua de Fernando III en Sevilla

Parece un poco chocante la intención de Fernando III para con un reino vasallo, el de Niebla, ya que desde el sitio de Niebla por parte del rey de Murcia Ibn Hud, en 1235, Ibn Mahfuz fuese vasallo del cristiano, aunque no se conserven pagos de algún tipo de tributo. Probablemente fuese una reacción motivada por la molestia del rey castellano al encontrarse en la conquista de Sevilla frente a tropas neblíes que acudieron a ayudar a sus correligionarios. En cualquier modo, la “amenaza” de Fernando III no se llevaría a cabo y el rey de Niebla continuaría con su vasallaje para con el castellano hasta justo antes de su conquista por el hijo de Fernando, Alfonso X.


avances cristianos en el siglo XIII