ESTE PÁJARO YA LO SABÍA

He leído este comentario “recién vomitado” en Facebook:

Miguel Ángel González Carmelo Cuando se pusieron en contacto conmigo para rodar en Niebla y me contaron la historia, la fui transmitiendo a través del boca a boca y hubo un pájaro que se cree que es el único que sabe de historia en Niebla, además de sus seguidores habituales, articulistas de pacotilla, que dijeron que yo engañaba a los turistas con estas historias. Pues mira por dónde aún los tengo que ver en la sala de cine viendo el documental. Falsos y cínicos. No tienen otro nombre. ¡¡¡ Y después se molestan porque los señale !!!!. En fin, que el pueblo de Niebla disfrute de este gran documental.

Miguel Ángel González Carmelo Ya fue rodado a primeros de año. Hay imágenes del Castillo además de las murallas y otras partes de Niebla.

Bueno, como podemos leer en los comentarios del insigne empresario que llena auditorios con sus ponencias, la serie se rodó a principios de año (entiendo que de 2013) y él se dedicó a comunicarlo a través del boca a boca, con lo cual tenemos que confiar en su palabra con todo lo que ello conlleva.

Por el contrario este “pájaro”, cernícalo, para más señas, tuvo el honor de publicar en la Revista de las Fiestas de septiembre de ¡¡2011!! Un artículo dedicado no sólo a Gonzalo Guerrero, también a otro iliplense del siglo XVI en América, Sebastián Alonso de Niebla; como mis argumentos están escritos se pueden cotejar, pero para aquellos que no lo hicieseis os lo vuelvo a colgar.

Mis investigaciones acaban siendo públicas y las dirijo a quienes son sus verdaderos dueños y protagonistas, los iliplenses; la gran diferencia con el señor empresario-ponente (entiéndase lo de señor con ironía) es que en mi caso JAMÁS me he beneficiado de nuestro patrimonio y/o historia, es el mismo caso que los referidos “articulistas de pacotilla”, que tampoco reciben 12000 euros por servir una empresa ¿privada? Aún estamos esperando que el 5% de los beneficios de nuestro turismo se dediquen a cosas como publicaciones locales.

Ahora el artículo:

DEL CONDADO DE NIEBLA AL NUEVO MUNDO

Hace algún tiempo me cuestionaba el papel de los iliplenses en la América recién descubierta, al fin y al cabo, Colón parte desde tierras del Condado; aunque Palos fuese un puerto de realengo en 1492. En mi investigación me encontré con dos personajes cuando menos llamativos, uno de ellos claramente paisano nuestro: Sebastián Alonso de Niebla, el otro tiene un origen un poco más dudoso pero vinculado sin duda a nuestra tierra: Gonzalo Guerrero. Reconozco que nunca me han gustado las historias biografiadas, pero en este caso haré una excepción dadas las peculiares vidas de estos personajes vinculados directamente con nuestro pasado.

Os anticipo que esta publicación no pretende ser más que una aproximación provocadora a la curiosidad de algún investigador que profundice en la empresa americana de los iliplenses. Igualmente diré que, por una vez, intentaré abandonar mi habitual estilo investigador por otro más literario, aunque siempre basado en las fuentes de las que disponemos.

GONZALO GUERRERO, EL PADRE DEL MESTIZAJE.

Sobre su origen relata el Primer Gran Cronista de las Indias, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés –“este Gonçalo marinero, era del condado de Niebla”-, posteriormente el soldado Bernal Díaz del Castillo, participante en la conquista de Méjico precisa su origen en el puerto de Palos, aunque también puede que se refiera a su lugar de partida desde la Andalucía occidental del XVI.

Las vicisitudes de Gonzalo comienzan con un naufragio en las costas de Yucatán en 1511, en una nao al mando de Juan de Valdivia, capitán de Núñez de Balboa. Del naufragio llegan a la costa en una pequeña embarcación auxiliar una veintena de personas que, a la  postre, son esclavizados o muertos por los naturales de la zona. En 1519, Hernán Cortés tiene noticias de la existencia de esclavos europeos en manos de caciques mayas y requiere la presencia de los mismos para formar parte de su expedición, pero tan sólo quedan dos supervivientes, Gonzalo y Gerónimo Aguilar de Écija, éste último se presenta ante el futuro conquistador del Imperio Azteca y es quien da las primeras noticias sobre nuestro paisano. A partir del relato de Gerónimo se comienza a fraguar la historia (con claras pinceladas de leyenda) de aquel a quienes sus compatriotas llamaban “El Renegado” o a quien los actuales mejicanos llaman “El padre del mestizaje americano”.

Unas versiones hablan de la imposibilidad de contactar con él, otras de la negativa de Gonzalo a unirse a Cortés, Bernal Díaz del Castillo, relata una supuesta conversación entre Gerónimo y Gonzalo, " Hermano Aguilar -Yo soy casado y tengo tres hijos y tienenme por cacique y capitán cuando hay Guerras; idos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadas las orejas, ¡Qué dirán de mí desde que me vean esos españoles ir de esta manera! Y ya veis estos mis hijitos cuán bonicos son. Por vida vuestra que me deis de esas cuentas verdes que traéis, para ellos y diré que mis hermanos me las envían desde mi tierra". 

Independientemente del rigor histórico de la citada conversación, sí se constata la nueva situación de Gonzalo. Debido a sus habilidades militares –probablemente en las “guerras floridas”- gana prestigio suficiente entre los mayas como para liberarse de su esclavitud y subir en el escalafón social hasta casarse con la hija de un poderoso cacique, Nachan Ka’an. Con su esposa Zazil tiene tres hijos que son considerados “los tres primeros mestizos americanos”.

Conocedor de las tácticas y medios de guerra europeos (las fuentes refieren que Gonzalo era arcabucero participando como tal en la toma de Granada), probablemente instruyera a los nativos en la forma de combatir de los invasores, de hecho, ofrecieron fuerte resistencia hasta que en 1536, 17 años después de la negativa a Cortés, Gonzalo muere en Honduras, como relata en su carta el Gobernador de Honduras, Andrés de Cerezeda, fechada el 14 de agosto de 1536:

" Y arcabuceros y otras personas combatiendo la entrada o salida del albarrada al río y en la proa de la canoa una pica de artillería, que con lo uno y lo otro hizo tanto daño a los indios hasta que ellos, de su voluntad, se vinieron a dar a la obidiencia y servicio de vuestra majestad. Dijo el cacique Cicimba como antes que se diesen, con un tiro de arcabuz se había muerto un cristiano español que se llamaba Gonzalo Aroza que es el que andaba entre los indios en la provincia de Yucatán veinte años ha y más, que es éste el que dicen que destruyo al adelantado Montejo. Y como lo de allá se despobló de cristianos, vino a ayudar a los de acá con una flota de 50 canoas para matar a los que aquí estabamos antes de la venida del adelantado"
" Y andaba este español, que fue muerto defunto labrado el cuerpo y en hábito de indio".

SEBASTIÁN ALONSO DE NIEBLA, EL LABRADOR DE BUENA CONVERSACIÓN.

Mientras Gonzalo Guerrero a principios del siglo XVI combatía en la península de Yucatán contra los españoles, otro personaje vivía al norte de Borinquén, el actual Puerto Rico; se trata de Sebastián Alonso de Niebla.

Sólo contamos con una fuente contemporánea a nuestro ilustre paisano, FERNANDEZ DE OVIEDO y su Historia General y Natural de las Indias. Igualmente la única fecha que conocemos es la de su muerte, en 1526.

Nos cuenta el cronista que era -hombre labrador, y que en España nunca hizo sino arar e cavar e las otras cosas semejantes a la labor del campo-, indicador claro de que algunos de los participantes en la conquista de las nuevas tierras, abandonaron sus labores campesinas en busca de nuevas oportunidades o huyendo de las hambrunas, enfermedades, despoblamientos de una Niebla en horas bajas. Igualmente destaca que -fué varón animoso, recio, suelto, pero robusto, e junto con su robusticidad que en sí mostraba a prima vista en su semblante, era tractado de buena conversación-. Además de su fuerte constitución física, sobre la que relata Fernández de Oviedo que cuando sujetaba un indio con sus manos era como tenerlo atado, destaca su condición humana y valores personales que les llevaron a la muerte por generosidad.

Sebastián Alonso tenía una pequeña hacienda, fruto del reparto de las tierras conquistadas en Luquillo, en la costa norte de Puerto Rico, esta situación costera exponía a los españoles asentados en esta región de Borinquén a continuos ataques de caribes venidos desde el mar en canoas. Concretamente el año de su muerte, su vecino Martín de Guiliuz, un hidalgo vizcaíno con el que Sebastián -estaba cuasi enemigo y desavenido-, es atacado por los citados caribes, robándole los esclavos de su hacienda. A pesar de su enemistad Alonso mandó ensillar su caballo a un esclavo negro y le dijo "No plega a Dios que digan que, por estar yo mal con Martín de Guiluz, le dejo padescer e perder lo que tiene, e dejo de ir, hallándome tan cerca, contra los que le han robado."

La heroica acción de ayudar a su compatriota le llevó a recibir una herida  en la pierna con una -flecha herbolada-, es decir, probablemente envenenada con algún producto natural (tipo curare o similar). Tras dar muerte a varios caribes recuperó y devolvió los esclavos a su vecino, pero la herida sufrida produjo la muerte en 1526 de Sebastián Alonso de Niebla, aquél que -era grande adalid y tenía mucho conocimiento en las cosas del campo e de la guerra-.

Como referí al principio, sirvan estas líneas como acicate para aquellos que quieran profundizar en la empresa americana de los iliplenses, para ello os dejo las dos referencias bibliográficas iniciales:

-       GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO. Historia general y natural de las Indias: Parte 1 (1535), Libro XVI, capítulo VII

-       BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

Pelayo Castillo Palacios