"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

viernes, 20 de noviembre de 2020

2ª SESIÓN DE VIDEOCONFERENCIAS, LA PREHISTORIA (I)

 

            El viernes pasado, 13 de noviembre pudimos realizar la segunda sesión de videoconferencias; en este caso orientada hacia la PREHISTORIA de Niebla.

            Antes de nada agradecer a todos los que participasteis vuestro interés y palabras de ánimo; para nosotros es todo un lujo ver como hemos crecido en sólo una semana, ¡24 participantes! Que esperamos sigan aumentando.



            Hicimos una primera introducción etimológica en la que diferenciamos y explicamos las diferencias entre PREHISTORIA, PROTOHISTORIA e HISTORIA, con la escritura como elemento fundamental en esta separación temporal.

            Iniciamos con los restos más antiguos de los que tenemos constancia en Niebla; hace unos 40.000 años, en el denominado Paleolítico Medio, el hombre usaba, entre otros muchos artefactos líticos, esto es, herramientas hechas de piedra. Partimos de la base de los escasos estudios que en Andalucía occidental existen sobre fechas tan antiguas, especialmente en el entorno de Niebla, ya que los materiales recogidos responden a varias prospecciones en superficie y no a excavaciones programadas o de urgencia.


Restos líticos de la Gravera del Apeadero, depositados en el Museo de Huelva

            No podemos asegurar que hubiese grupos humanos en lo que es actualmente el entorno urbano de Niebla, puesto que los materiales recogidos estaban muy rodados y, en su mayoría junto al cauce del río tinto, por lo que pudieron ser arrastrados hasta su lugar de hallazgo, aún así tenemos 3 lugares cercanos a la población con útiles fechables en el paleolítico: La Gravera del Apeadero, El cerro del Palmarón y la meseta sobre los Bermejales.



            En la evolución lógica de las sociedades prehistóricas, los grupos humanos de esta zona andaluza, que inicialmente se asentaron en el litoral y prelitoral onubense, fueron integrando en su economía recolectora-cazadora una incipiente agricultura y ganadería, lo que hizo desplazarse a las nuevas sociedades neolíticas durante los milenios V-IV a.C. hacia el interior, buscando zonas de cultivo u otras más propicias para la ganadería, como pueden ser las tierras menos ricas del Andévalo y Sierra de la provincia.

            Los yacimientos neolíticos próximos a Niebla son el resultado de una campaña de prospecciones realizada por el departamento de Arqueología de la Universidad de Huelva; en el mismo localizaron y ubicaron más un centenar de yacimientos de variada cronología. Los que nos interesan para este periodo se concentran en las elevaciones arenosas del sur del término de niebla, en cerros localizados la margen izquierda del río Tinto. Los útiles líticos reducen su tamaño y perfeccionan su acabado, a la vez que comienzan a aparecer las primeras cerámicas, algunas con decoración incisa.





            El siguiente mileno, el III a.C. entra en la denominada “Edad de los Metales”, concretamente en la Edad del Cobre o Calcolítico, caracterizada en Huelva por os yacimientos metalíferos de sierra y Andévalo donde se extraía y trabajaba esta materia prima. En cuanto a Niebla podemos observar una mayor dispersión de yacimientos por su término, ocupando no sólo las inmediaciones del río Tinto, sino también las proximidades de las vías que llevarían hacia zonas de producción de minerales al norte del término.



Llama poderosamente la atención que casi todos los yacimientos calcolíticos de Niebla pertenecen al mundo funerario, son sepulturas o posibles necrópolis, que forzosamente estarían vinculadas a asentamientos que aún no han sido descubiertos y estudiados. Tan sólo la “Cueva de los Bermejales” podemos considerarla como un asentamiento humano de esta época, por el ajuar descrito y descubierto por Elena Whishaw en 1924.

Para no hacer demasiado extensa la entrada de hoy, dejamos para la siguiente la referida cueva de los Bermejales y el estudio de los sepulcros calcolíticos, destacando sobre ellos los dólmenes iliplenses.

Pelayo Castillo Palacios, Antonio Bonilla Giles y Sebastián Breva Ramírez.

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