Antes de nada, quisiera agradeceros a todos vuestras muestras de amistad.
Tras este obligado paréntesis anímico retomaremos el blog, mío y vuestro con la misma intención original, la de dar a conocer la historia de nuestro pueblo y la de dar mi opinión personal sobre los diversos temas que vayan surgiendo.
Con el Segundo Milenio a.n.e. nos encontramos un verdadero problema histórico para el SO de la Península Ibérica, no existe una cantidad “seria” de trabajos de investigación para sus dos primeros tercios, realmente sólo encontramos hallazgos esporádicos aquí y allá con los que se han intentado rellenar huecos de siglos.
Este problema se puede observar de igual forma para el caso de Niebla, motivo por el cual expondré tan sólo los restos que se atribuyen a este periodo.
Lo que debemos romper es la denostada creencia que en el Primer Milenio, los fenicios y otros pueblos venidos desde el Mediterráneo oriental vinieron y nos enseñaron desde el alfabeto, el comercio, el valor de los metales, a construir ciudades, etc. etc. Cada vez está más claro que en Andalucía occidental se desarrollaban sociedades complejas con estructuras socioeconómicas perfectamente estratificadas que, a su vez, se reflejaron tanto en monumentos megalíticos como en verdaderas ciudades amuralladas y con tramas urbanas complicadas. Es el caso que veremos en Niebla en el próximo artículo.
Pero como había mencionado antes los restos para Andalucía occidental en el segundo milenio son escasos, especialmente en el caso de Niebla, en el que apenas si se ha estudiado la Necrópolis de “La Ruiza”.
En dicho yacimiento se encuentran una serie de enterramientos en cista, es decir, un tipo de inhumación diferente a lo que hasta el momento se venía haciendo, éste es individual, frente a los antiguos colectivos dólmenes y otros megalitos. Una cista es una estructura rectangular delimitada por piedras aplanadas que se cerraba con otras losas de piedra y donde se depositaban los restos del muerto junto a su ajuar funerario; concretamente en La Ruiza se ha excavado hasta ahora un enterramiento con dos vasos del tipo urna en su interior.
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