Era un tema al que no pensaba dar importancia (no hay mayor desprecio
que no hacer aprecio), pero me ha tocado montar el Belén este fin de semana con
mi hijo y vuelvo a ver en publicaciones de internet referencias a “lo que ha
dicho el Papa sobre la mula y el buey”; periódicos nacionales, de mayor o menor
tirada, periódicos locales, páginas web o blogs diversos; pero todos tienen en
común, según mi opinión, la intención de ser más leídos o tener más visitas utilizando
una información que en el mejor de los casos no han leído y en el peor no han
contrastado (ni les interesa, por si es
errónea).
La máxima de un historiador es “ir a la fuente si es posible” y eso
mismo he hecho, buscar la tan criticada publicación del Papa sobre la infancia
de Jesús y hacer mi propia interpretación.
Nunca he estudiado Teología, pero me
gusta usar el sentido común (el menos común de los sentidos). En primer lugar
no veo ninguna prohibición acerca de colocar la mula y el buey en los belenes
tradicionales, pero tampoco sobre nuestras
aportaciones particulares, véanse “caganets” (o como se diga, yo no hablo
catalán en la intimidad), molinos de viento manchegos, castañeras, nieve, o
cualquier otra imagen falta de rigor histórico, que, dicho sea de paso, tampoco
necesitamos. ¿Alguien ha contado los magos de oriente que fueron al portal? Ni eran
reyes ni tampoco sabemos si eran tres, por supuesto tampoco conocemos el color
de su piel, pero en mi caso la intención con la que monto el Belén está más
allá de la representación histórica de un momento concreto, de hecho, si nos
ponemos rigurosos debemos cuestionar la fecha y el año.
En casa existen varios motivos para
montar el Belén, cada uno de ellos importante en sí mismo, el primero es la
tradición. Desde que tengo recuerdos el portal ha estado presente en un
lugar preferente de la casa durante las Navidades, mi abuela Concha y después mi
madre me enseñaron a colocar el romero, las luces, las figuras grandes delante
y las pequeñas detrás, etc. etc.
Ahora hablemos de estar todo un día
realizando una actividad con mis hijos; motivos familiares, implica
convivencia, discutir por colocar las figuras, ir juntos al campo a recoger
musgo, romero y piedras; o simplemente regalar nuevas figuras cada año.
El tercer motivo y probablemente el
más entroncado con la famosa polémica es el de enseñar, no es nada
nuevo, el Belén como vehículo magnífico para introducir a nuestros hijos en la
Fe cristiana; una imagen vale más que mil palabras, en este caso es toda una
sucesión de imágenes que nos son de gran
ayuda. Es el mismo sistema que se utilizó en la Edad Moderna para aleccionar a
los creyentes con las procesiones de Semana Santa, probablemente el fin
justifica los medios, sobre todo cuando los medios no hacen daño a nadie.
Sinceramente el hecho de que hubiese mula y buey o de que no las hubiese no va
a cambiar mi Fe.
Ahí está mi Belén, con su mula y con
el buey, y no me siento culpable para nada, es más, me siento orgulloso de él y
de mis ayudantes.
Para aquellos que habláis sin
conocimiento, bien por no haberlo buscado, bien porque os interesa la polémica,
simplemente me uno al consejo del obispo de Huelva cuando propone que se lean
las palabras del Papa. Cuelgo el párrafo principal para aquel que
verdaderamente quiera tener su propia opinión y no la de otros.
Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es
allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de los animales.
Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y Nuevo Testamento
relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías
1,3: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me
conoce, mi pueblo no comprende”.
¡Quita esos animales, por Dios! Te pueden excomulgar.
ResponderEliminarTendrían que pasar por encima de mi hijo Gonzalo, ¡ya me ha costado dejar algunas figuras esta año fuera por falta de espacio! El que quiera intentarlo sólo tiene que ver lo orgulloso que posa ante "su obra".
EliminarUn placer leerte por aquí irreverente Pitt.
Uff. Mal asunto a mi solo me faltaba eso, para aun mas cuestionar a este señor y su pleve.Bajo mi modesta opinion creo que es una llamada de antencion, porque el mismo se a dao cuenta ahora que como Jesus vivia en la pobredumbre y haciendo el bien, y ellos viven en la gloria y haciendo el mal. Aprovecho la ocasion para hacer una pregunta.¿Porque el papa y los obispos hablan todos igual, con esa voz de pena? (eceptuando el ronco varela, creo que se llama asi)
ResponderEliminarEs curioso Antonio, que me parece que me he enrollado tanto que no me he sabido explicar. Realmente y para este caso concreto defiendo la postura del Papa, es decir, lleva razón cuando dice que no se habla de animales en el Nuevo Testamento, igualmente entiendo que no prohíbe su uso para nada. Otra cosa es lo de los Reyes Magos de Tartesos, ahí se ha columpiado un poco, bueno más que un poco unos 7 siglos ya que fue sobre el VIII-VII a.C. cuando floreció esta supuesta cultura.
EliminarEn realidad mi crítica va hacia aquellos que critican sin saber qué, simplemente porque todos lo hacen y además porque está de moda meterse con la Iglesia, además esto me sirve para tirarte de las orejas a ti también en este aspecto porque dentro de toda la plebe que tú igualas están un paisano nuestro como Juanjo, misioneros por todo el mundo, curas de barrios desfavorecidos, religiosos varios y a todos los niveles que son modélicos; incluso laicos que predican con el ejemplo. Yo particularmente me quedo con el mensaje y los que lo cumplen con su ejemplo.
Un abrazo amigo. Que se te echaba de menos por estos lares.
Yo, además de mula y buey, solía poner (ya es que no pongo Belén, perdí las figuritas, así soy de desastre) un gatito que, sin duda, ronroneaba frente al Niño.
ResponderEliminarNadie va a enseñarnos quién tiene derecho y quién no a adorar a Dios.
Besos apretaos y muy navideños para todos, para mi Niebla también.
Mi muy querida Jana, como ya le he respondido a Antonio, creo que mi uso abusivo de la ironía me ha jugado una mala pasada, intentaba romper una lanza por el Papa en el sentido de que deja entrever la libre adaptación de la forma de adorar, y mira tú que Benedicto XVI no es "santo de mi devoción", pero "al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Por todo lo demás es un momento especialmente importante en casa como para andar cuestionándome qué puede ir y qué no.
Eliminar¡Besos apretados!
PD sobre las felicitaciones tengo una pequeña sorpresa para mis iliplenses en la distancia (en breve)
Mi critica va a el papa (si lo escribo en minuscula)y a todos sus grgarios,arzobispos,obispos, curas,e incluso a parte de la comunidad de monjas, que segun la historia y mas reciente aun sabemos todos lo que hacian utilizando el poder que entonces tenia.No creo en la iglesia ni en quienes las gobierna, si creo en Dios y en aquellos religiosos que predican con el ejemplo.
ResponderEliminarAmén amigo, aprovechemos lo bueno de las cosas, no rechacemos el todo por una parte; ya se que es hacerse una religión a medida, pero es lo que hay y siempre he sido partidario de utilizar la lógica más que la creencia ciega.
EliminarNos vemos y saludamos
Un abrazo.
Hola Pelayo, soy Manuela, ya hace bastante que no escribo nada, pero no por eso dejo de leerte.
ResponderEliminarYo tambien he montado mi belen con mula y buey por supuesto.
Desde niña mi madre nos inculco esa tradición, llega el mes de diciembre, mis hermanos y yo nos ibamos a buscar piedrecitas, musgo, romero y todo lo que nosotros creíamos que le venía bien al belen,luego nos peleabamos porque cada uno ponía las figuras donde creíamos que iba mejor hasta que mi madre intervenia, eso duraba hasta el próximo día que a escondida unos de otros volviamos a mover las figuras.
Ahora que soy abuela, disfruto con mi nieta,ella pone las figuras cuando se marcha a su casa las rectifico y al día siguiente me dice "anda abuela porque has movido los personajes" (así los llama ella)yo le cuento lo que representa cada uno, desde niño hay que inculcarles nuestra fe, aunque ahora no este de moda ser cristiano ni creer en nada debemos enseñar a nuestros hijos y nietos para que ellos a su vez lo hagan, nunca hay que perder la fe, ella es la que nos hace seguir hacía adelante en estos momentos tan difíciles para todos.
Felices Navidades para ti y toda tu familia.
¡Qué alegría Manuela!
EliminarMe encanta que aparezcas de vez en cuando (alguien tiene que poner la nota de cordura en este blog un poco loco)
Veo que tú también tienes un "belén semoviente", de esos en los que las figuras cambian de sitio por la noche y nadie sabe como ha sido. A su manera interpretan el nacimiento de Jesús y de paso compartimos con ellos momentos inolvidables y que nunca podremos recuperar.
Puede que no esté de moda ser cristiano, aunque creo que lo que ha dejado de estar de moda es la hospitalidad, la caridad, la generosidad, el amor por los demás... todo aquello que no sea el "yo, mi, me, conmigo mismo y para mi". También creo que es fácil disparar a alguien que por norma no va a defenderse. Siempre he sido librepensador, pero me da la sensación que si orientas tu pensamiento hacia el respeto y el cariño te acabas pareciendo mucho a un buen cristiano.
Igualmente te deseo unas Felices Navidades en la inmejorable compañía de tus seres queridos
Pelayo, que palabra más bonita has usado "semoviente", la identifico totalmente con mi casa, desde ahora pasara a mi bocavulario, seguro que no estará en el diccionario, a mi me suena como a........ duendes nocturnos, niños, ilusión, magia, en fin todo aquellos que nos venga a nuestra imaginación.
EliminarYo tambien soy librepensadora, otra palabra fascinante ¿no crees?.
Manuela.
Querida Manuela.
ResponderEliminarLa palabra semoviente existe, de hecho, para utilizarla he consultado el diccionario de la Real Academia de la Lengua, es un recurso que está en internet y que siempre tengo a mano por si lo necesito, igualmente te diré otra de las costumbres que tengo cuando escribo pausadamente: un diccionario de sinónimos y antónimos. Tenemos un idioma de los más ricos del planeta (además de los más bonitos). De todas formas me encanta el significado que te hace evocar, eso más que gramática es poesía y de poetas estamos más necesitados que de "parlanchines".
Un saludo librepensante (esto casi seguro que no existe).
Pelayo