Tras
un lapso de tiempo sin frecuentar el campus de la Universidad este octubre
retomo lo que yo denomino una “puesta a punto”, ya que hay periodos históricos
que están en continuo estado de revisión y que en caso de Niebla le afectan de
lleno. Es en mi primer día de Arqueología Protohistórica cuando Clara Toscano
me espeta ¿sabes que Paco ha muerto?,
sinceramente es de esas noticias que además de dolerte personalmente lo hace
también intelectualmente.
¿Con
quién voy a discutir ahora sobre la Puerta del Agujero?
Francisco
Gómez Toscano, fallecido el 24 de septiembre, se ha ganado con creces un sitio en la
Historia Iliplense, sinceramente echo de menos un reconocimiento local sobre su
trabajo y, lo que es más, su persona.
Personalmente
lo conocí en mi primer curso de la licenciatura de Geografía e Historia, allá
por el año 1993, yo comenzaba y él estaba inmerso en su tesis doctoral, o lo
que es lo mismo, casi vivía en el departamento de Arqueología, donde nos
escabullíamos cada vez que podíamos los pocos locos que nos decantábamos por
esa especialidad. De Paco aprendí sobre todo a dibujar piezas cerámicas; más
tarde en los locales del antiguo colegio San Walabonso a clasificar y signar
piezas. En la lectura de su tesis también aprendí a defender tus ideas por
encima de todo y de todos (quizás por el corporativismo entre los alumnos
“maduros”). Eran años de aprendizaje en los cuales los miembros del
departamento nos servían de referentes.
Luego
vino su vinculación con Niebla, podría pensarse que sólo desde el punto de
vista arqueológico, pero Paco fue más allá y mediante la Escuela Taller,
estableció un contacto directo con muchos de nuestros paisanos, quizás en esos
momentos fue cuando, como él mismo decía, empezó a sentirse un iliplense más. Continuamente
pendiente de cualquier excavación o evento cultural iliplense, codirigió
también los cursos de verano que la Universidad de Huelva realizó durante
algunos años en Niebla (tristemente perdidos).
También
comenzamos nuestras disputas intelectuales sobre aspectos muy concretos de
Niebla, lo que sirvió en mi caso esforzarme en aprender para intentar rebatir
al profesor.
De
especial recuerdo fue el año que me matriculé en su asignatura “Arqueología
Protohistórica”, un lujo, 4 ó 5 alumnos y Paco Gómez sólo para nosotros, aunque
debo reconocer que también tuve alguna que otra “clase particular” en la
cafetería de la UHU.
Mi
sincero reconocimiento para un referente con el que seguiré estando en
desacuerdo en muchas cosas, pero del que tanto seguiré aprendiendo; supongo que
allá donde estés ya habrás revuelto el suelo buscando el Bronce Final del
lugar. Este rincón de Andalucía occidental echará de menos tus investigaciones.
Hasta
siempre profesor.
fotografía del diariodehuelva.es
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