"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

El blog de Pelayo Castillo Palacios

jueves, 9 de julio de 2020

EL POLVORÍN DE NIEBLA, 1943


            Hace algunos días una lectora quería que le contásemos “qué pasó con el polvorín”; le contesté que era muy moderno para ser mi especialidad, pero que tenía alguna referencia y noticia que podríamos desarrollar en este blog. Algunas lecturas después, un paseo caluroso para actualizar el lugar donde se produjo el incidente y aquí tenéis un capítulo triste de nuestra historia reciente.

            Para ubicarnos en el tiempo y en el espacio tenemos que irnos a la “Estación de Sevilla” de Niebla, en el paraje denominado Cantarranas; el día 11 de agosto de 1943, sobre las 12:10 horas, lo que suponía un momento de bastante calor, de hecho el día anterior se habían registrado 47 grados en la zona y unos 50 en Sevilla.


restos actuales del polvorín (muro y garita), fotos SEBASTIÁN BREVA RAMÍREZ.


            La Estación de Sevilla

Era una de las dos paradas que tenía la línea de ferrocarril Sevilla-Huelva, siendo la segunda (en dirección Huelva) la Estación de las Mallas, el apeadero Puerta del Buey se pondría en servicio años después. Normalmente la población de Niebla utilizaba la de las Mallas, quedando la de Sevilla para los vecinos de los pueblos cercanos de la zona, Bonares y Rociana fundamentalmente; también era el final de una pequeña línea privada de un ferrocarril maderero que venía desde el coto Mingallete, término de Bonares y cercano al de Rociana, enlazaba aquí con la referida línea Sevilla-Huelva (de esta línea hablaremos en otro artículo más extensamente).


Al trasiego de viajeros, trabajadores del ferrocarril, trabajadores de la madera, etc. se les unía la guarnición de un polvorín del ejército que tenía sus dependencias justo frente a la estación. Concretamente y en esos momentos había 38 militares, en su mayoría jóvenes haciendo el servicio militar, comandados por un brigada, si bien en el momento de los hechos 4 estaban en Bonares realizando compras y otro, el cartero, realizaba sus labores en Niebla.

Suponemos que debería ser un lugar bastante transitado, lo suficiente como para que hubiese una cantina regentada por Matías Padilla Pavón, cuyo hermano Juan era obrero ferroviario en la estación.

fotografía de José García García

La explosión y el incendio.

Según el artículo de JOSÉ MARÍA GARCÍA MÁRQUEZ en el que recoge declaraciones de testigos presenciales se oyó un ruido fuerte como de un avión volando bajo, procedente de una deflagración que salió de uno de los polvorines, tuvo que ser muy rápido porque los mismos testigos oculares a pesar de que lo intentaron no consiguieron escapar de la onda expansiva y de las quemaduras producidas por el calor. A ésta gran explosión inicial se siguieron otras de menor entidad en los distintos restos que iban siendo afectados por el incendio consiguiente.


fotos del interior del polvorín y del patio del recinto,  GARCÍA MÁRQUEZ, J.M.

Según el informe exhaustivo que realizó el propio ejército había casi 500.000 kilos de pólvora que explosionaron casi en su totalidad. La virulencia de la misma tuvo que ser tan devastadora como para destrozar las instalaciones interiores, hacer irreconocibles a muchos de los soldados que murieron, incluso lanzar a 40 metros de distancia una puerta de hierro forjado de más de 180 kilos.

puerta reutilizada en Bonares, foto JOSÉ GARCÍA GARCÍA

Como hemos dicho las explosiones acabaron produciendo un gran incendio que dificultó más aún las labores de rescate de heridos y fallecidos, tanto es así que los vecinos de Bonares no pudieron acercarse a menos de un kilómetro y los de Niebla tuvieron que hacer detenerse el tren que venía desde Huelva hacia Sevilla, tanto en un pueblo como en otro hemos recogido testimonios del fuerte estruendo y la intensa humareda visible desde las localidades.

Causas y consecuencias.

Hay dos versiones sobre la posible causa de la explosión:

Un sabotaje realizado por guerrilleros activos desde la finalizada Guerra Civil, esta versión se apoya en el propio horario de trenes que permitiría realizar un atentado en el polvorín: llegar en tren, aprovechar las paradas del mismo, colocar algún tipo de mecha lenta, volver al tren y marcharse hacia Huelva. Esta versión fue alentada por medios clandestinos de comunicación que en 1943 quedaban en España, pero carece de datos constatables para hacerla creíble.

La versión oficial, basada en la investigación que realiza el propio ejército; en la causa 655/43 instruida a tal efecto. Los factores fundamentales son pólvora en mal estado de conservación, además de ser muy inestable como la gran cantidad de pólvora negra almacenada, probablemente sobrantes de la Guerra Civil, de hecho parte de la misma se retira a un almacén distinto donde no había ni puerta. El mal estado de las instalaciones también contribuyó, incluso se habla de uno de los techos de los polvorines que había sido sustituido por una lona debido a su deterioro (imaginemos un toldo a 47 grados de temperatura); JOSÉ GARCÍA, refiere en su blog que normalmente refrescaban el suelo de tierra de los polvorines con el agua de los pozos de la zona, pero que en esas fechas se hallaban secos y por tanto no había posible refresco de los explosivos. Por último la excesiva pero normal alta temperatura de agosto, tanto es así que los propios conductores de los trenes tenían indicaciones expresas de reducir la marcha 200 metros antes de llegar a la estación para evitar posibles chispas (el muro de los polvorines está a escasos 15 metros de las vías).


sobre el plano, en verde la garita que queda actualmente, en amarillo los restos de dos de los muros exteriores; fotos SEBASTIÁN BREVA RAMÍREZ


Las consecuencias fueron nefastas: 21 fallecidos y una gran cantidad de heridos, principalmente por quemaduras de diversa consideración. Por su cercanía la mayor parte de heridos fueron conducidos rápidamente a Niebla, que en esos momentos sólo contaba con un médico, Casiano López quien les realizaba una primera cura de urgencia y los mandaba trasladar a Huelva. Las personas mayores de Niebla refieren vívidamente los gritos de dolor y peticiones de ayuda de los heridos, principalmente jóvenes soldados, semidesnudos por efectos de la propia explosión. Tal fue la sensación de pánico ante la llegada de heridos y la visión del incendio que la mayor parte de la población abandonó Niebla para dirigirse al campo, huyendo de posibles repeticiones, sin coger siquiera enseres, cargaron las bestias, los carros o andando huyeron en dirección contraria a la Estación (fundamentalmente a los parajes de Lavapiés y el Moro); el propio juez municipal da fe de este abandono a toque de campana (el medio más efectivo y rápido de comunicación de la época, unido al boca a boca).

El 13 de agosto se celebró un funeral en la parroquia de la Concepción de Huelva y todos los soldados fallecidos fueron enterrados en el cementerio de la Soledad de la capital, incluso contra la petición de algunos familiares de poder enterrar a sus hijos en las localidades natales (muchos de ellos de pueblos cercanos), pero suponemos que la imposibilidad de reconocer a gran parte de las víctimas por el estado de los mismos hizo tomar esta decisión “general”.

fosa común del cementerio de Huelva con los nombres y restos de los fallecidos

Los nombres.
Os dejamos una relación de fallecidos e implicados en el accidente, no están muchos de los heridos, pero es una muestra del gravísimo accidente que golpeó nuestro pueblo.



NOMBRE

CARGO

OBSERV

Hermenegildo Muñoz Marín

Jefe de Estación

 

¿?

Esposa Jefe Estación

 

Antonia Muñoz Rico

Hija Jefe Estación

Fallecida 16:00

Juan Antonio Muñoz Rico

Hijo jefe Estación

Fallecido 19:00

Rafael Díaz Daza

niño

Fallecido día 13

Luis Díaz López

Mozo de estación

Fallecido día 16

Luis González Villar

factor

Fallecido día 24

Matías Padilla Pavón

cantinero

 

Dolores Galán Carrasco

Trabajadora de la cantina

De Bonares

Juan Padilla Pavón

Obrero ferroviario

 

Juan prieto Carrasco

Obrero de la madera

 

Brigada

Jefe del polvorín

 

Antonio Pilar Marchena

Maestro artificiero

Fallecido

Manuel Noguera Castillo

Cabo 1º

Fallecido

Nicolás Rúa Barba

artillero?

Fallecido

Andrés Adálvez Armada.

artillero

fallecido

Antonio Bravo Caballero.

artillero

fallecido

Inocencio Salado Benítez

artillero

fallecido

Jacinto Medina López.

artillero

fallecido

José Cejudo Sánchez.

artillero

fallecido

José  Hormigo Padilla.

artillero

fallecido

José   Torres Gómez.

artillero

fallecido

Lorenzo Romero Franco.

artillero

fallecido

Pancracio Cabrera  Caballero.

artillero

fallecido

Manuel García Muñoz

artillero

fallecido

Manuel Martín Cruz

artillero

Fallecido 22:00

Manuel Cidres Martín

artillero

Fallecido día 14

Manuel Brenes Bohórquez

artillero

Fallecido día 21

Antonio García Guerrero

artillero

Del Arahal

José Expósito Cruz

artillero

 

José Rufino Cruz

artillero

De Aracena

Segundo Fernández Barragán

artillero

 

José Rebollo Rodríguez

artillero

 

Sebastián Maestre Bravo

artillero

 

Miguel Domínguez Tristancho

artillero

En Bonares

Antonio villarán Hernández

artillero

En Bonares




Pelayo Castillo Palacios, Antonio Bonilla Giles, Sebastián Breva Ramírez




Para ahondar más en el tema os dejamos un par de referencias fundamentales.



BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES:
-       GARCÍA MÁRQUEZ, JOSÉ MARÍA. 74 años de una catástrofe inolvidable. La explosión del polvorín de Niebla. En http://www.todoslosnombres.org/
-       Entrevistas personales varias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario