Las
coincidencias de la vida han hecho que, mientras preparo un artículo sobre la
gestión del agua en el mundo romano, nuestro Ayuntamiento rehabilitase la
fuente de la plaza de Santa María. No voy a cuestionar la utilización de
materiales inapropiados como cemento para “reparar” una fuente de calcarenita,
lo verdaderamente inaceptable es el derroche de agua potable que se está
haciendo en nuestro pueblo.
Antes
de continuar unos números: si el caudal normal de un grifo (de los de casa) es
de 15 a 17 litros/minuto (tomemos la cantidad menor), esto se multiplica por 60
y nos dan 900 litros/hora; luego los volvemos a multiplicar por 24 y nos
resultan ¡¡21.600 litros diarios!!
¿Dónde
van a parar? La respuesta está próxima, acercaos a la alcantarilla de la
esquina más cercana a la iglesia, un chorro continuo de agua que proviene a
todas luces de la fuente.
Me
parece magnífico que se pongan en funcionamiento las fuentes para embellecer
nuestro pueblo, pero creo que todos conocemos los circuitos cerrados que
permiten la retroalimentación sin derrochar cantidades ingentes de agua que…
¿podemos pagar?... porque recuerdo que el dinero que gestiona el consistorio es
de todos los iliplenses.
Pero
si las cantidades antes calculadas os parecen escandalosas, ahora os vais a la Plaza
Rábida y, en este caso, el agua se va directamente por la calle hacia la
canalización. No sé cuánto le costará al Ayuntamiento el agua, pero si miramos
nuestras facturas más de 40.000 litros al día me parecen un derroche
inaceptable.
Supongo que eso es algo a lo que se tiene que poner punto y final YA, pero ahora mismo, que no estamos para derrochar agua en ningún sitio, que es un tesoro, que me acuerdo de cuando nos prohibían hasta regar los jardines, a principios de los 70, es imperdonable que una fuente no posea circuito cerrado.
ResponderEliminarEspero que lo arreglen, no os calléis, que ese derroche de verdad clama al cielo.
Besos apretaos
Bueno Jana, por suerte parece que la protesta ha surtido efecto y hace dos días que cerraron el grifo, lo increíble es que tenga que venir yo de fuera para denunciarlo, ni técnicos municipales que se suponen supervisan las obras ni vecinos que pasan varias veces al día por allí.
EliminarSupongo que no tenemos cultura de la denuncia y la crítica.
Besos apretaos