Las
perspectivas no eran halagüeñas, el cielo volvía a ser el calvario particular
del cofrade y el duro trabajo amenazaba con quedar inservible como papel
mojado, pero debe existir una mano protectora que, año tras año, salva la
Semana Santa iliplense.
Ayer,
segundo viernes de cuaresma, quedaron oficialmente iniciados los Vía Crucis
Nazareno del Condado con la salida de Padre Jesús por las calles de Niebla.
Por
mi privilegiada situación, justo a los pies del Nazareno, son muchos los
sentimientos de los que puedo disfrutar, aunque también tiene sus
inconvenientes, como es no poder contemplar el andar majestuoso de Nuestro
Señor desde la distancia, pero uno siempre tiene amigos dispuestos a paliar un
poco esta carencia con pinceladas fotográficas que han sabido captar el aire
solemne y de oración de la noche cofrade, millones de gracias Agustín por
compartir tus fotos.
En
dos horas se agolparon multitud de vivencias
novedosas, extrañas y placenteras; podría decirse que tras algunos años
de procesionar tus sentidos se van acostumbrando y “anestesiando”; pero nada
más lejos de la realidad, es como seguir siempre enamorado. Los nervios del
antes, los músicos que no llegan, los relevos que no me cuadran, el recorrido
que hay que acortarlo por el tiempo; con la iglesia llena de gente pasas junto
a todos casi sin verlos (perdonad todos aquellos que os hayáis sentidos
ignorados ayer, pero en esos momentos no ves a nadie).
Luego
la salida y ¡todo cambia!, parecerá increíble, pero los momentos de
interioridad que se viven entre tanta gente son posibles y necesarios. Cuerpo y
mente se desdoblan, el primero automatiza las pequeñas correcciones de los costaleros,
ayer de impoluto oscuro y con un buen andar que sabe a experiencia en el sufrir
del trabajo, pendiente de repartir la carga entre unos pocos privilegiados que
tal vez no vuelvan a llevar las andas de su Cristo por lo lejano de una nueva
ocasión. La mente busca en lo más profundo una oración silenciosa, como el
cortejo de respeto y admiración que marca el camino a golpe de cirio. “Señor,
que tu fuerza en el calvario sea la mía, deja que te ayude en tu sufrimiento
para aliviar el mío”.
Gracias
compañeros por el caminar hermano…Ayer viernes Niebla, por primera vez, se pobló
de cruces.
Qué hermoso debe ser tu sentir en esos momentos, Pelayo, cuando tanta emoción sentimos los que vemos las procesiones "desde fuera". Inimaginable.
ResponderEliminarLas fotos, con la imagen del Nazareno recortadas contra la muralla, son una belleza, mil gracias a quien las haya hecho.
Besos apretaos.
Las fotos son de alguien que lleva la Hermandad más dentro de lo que aparenta y/o quiere hacer ver, un compañero de tertulia con quien merece sentarse de vez en cuando.
EliminarEn cuanto a ver la procesión "desde fuera" en Niebla (como en los pueblos pequeños)aún tenemos el privilegio de sentir muy de cerca todas las sensaciones. Desde aquí te vuelvo a invitar a que disfrutes de la experiencia cofrade de nuestro pueblo, si algún año tienes un hueco no puedes perdértela.
Besos apretaos amiga