"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

lunes, 23 de marzo de 2020

ETAPA 3: EL MUSEO DE LA INGLESA Y LA OTRA ORILLA DEL TINTO



Continuamos con el paseo a partir de la Puerta del Buey, lo primero que nos encontraremos son unos diseños un poco extraños en el tapial del primer lienzo de muralla.

Corresponden a un edificio que se adosó a esta parte y que, junto con la estructura de la puerta y la placita de la que hablamos, conformó el primer museo arqueológico de la provincia de Huelva. Ya de por sí sería reseñable por su estilo y contenidos, pero quizás lo más significativo es que lo fundó una persona extranjera, culta, durante muchos años denostada por la propia población iliplense y… mujer.
Elena en 1899
Elen Mary Williams y Windsor, más conocida en el mundo de la investigación histórica como Elena Whishaw, o “la inglesa” como la denominaban sus contemporáneos de Niebla. Llegó viuda para afincarse en 1916, fundando su museo el año siguiente, es el momento en que comienza a conocerse Niebla en el mundo intelectual de la época, gracias a esta mujer culta y luchadora que también acabó sus días en Niebla, concretamente en 1937, con 80 años de edad; pero no ahondaré más en este personaje tan importante para Niebla y su patrimonio, tan sólo os aconsejo que leáis la tesis doctoral o los libros derivados de ella que Juan María Acosta Ferrero ha publicado en varias ocasiones.
el museo en 1954, ya muerta E. Whishaw
Poco a poco iremos subiendo por el nuevo paseo que rodea la muralla hacia el oeste, cuando alcancemos el final de una pequeña ascensión un torreón un tanto peculiar, está totalmente construido en piedra, con sillarejos de la calcarenita iliplense. Es un claro ejemplo de una mala restitución, no sabemos cuándo se hizo, pero sí que en 1909 ya tenía esta construcción pétrea que además comprendía una puerta, lo que nos lleva a un término muy iliplense, los “muretes”. Estos “muretes” no eran más que viviendas horadadas en los torreones o en la propia muralla cuando disponía de grosor suficiente, suponemos que fue un uso muy común desde centurias atrás, ya que el declive de Niebla en cuanto a población y sociedad fue especialmente fuerte en los siglos XVII y XVIII. Algunas veces, cuando se quieren contabilizar los torreones que componen la muralla de Niebla se dan cifras muy “exactas”, pero no se tienen en cuenta los que fueron reconstruidos de la nada o aquellos que cayeron y nunca fueron restituidos.


En este lugar volveremos la vista hacia el río, bueno más allá, y nos encontramos con una elevación en su orilla izquierda que comprende lo que desde antiguo se han denominado el paraje de los Bermejales. Igualmente nos vamos a detener un poquito en el paseo virtual para compartir con vosotros una teoría, sin más base que la propia intuición actualmente, sobre tal nombre. Como he dicho desde el XVI, en las actas más antiguas aparece ya el nombre de “Bermejales”, pudiese tener el nombre en su etimología un origen vinculado a la muralla musulmana, ya que, si suponemos que viene de bermejo (o rojo), además de ser el lugar preeminente de suministro de piedra caliza, esbozado por el doctor Juan Clemente Rodríguez Estévez en una visita hace relativamente poco a este paraje en el que le acompañamos buscando las posibles canteras romanas de Ilipla, encontrando en los Bermejales algunas posibles localizaciones. No olvidéis esta referencia al bermejo/rojo poruqe tendrá mucho que ver más adelante en el paseo.

Independientemente de la vinculación bermeja con la muralla si tenemos constancia de un yacimiento de bastante importancia casi olvidado por la investigación. Lo que E. Whishaw denominó en 1924 la “Mina de los Bermejales”. Se trata de dos oquedades en la ladera de la elevación, actualmente abandonadas y utilizadas como refugio de animales que han ido cubriendo el suelo de deposiciones; como hemos dicho la primera persona que realizó una excavación en la misma es Elena, depositando sus materiales en una serie de vitrinas en el museo, cuando éste se clausuró definitivamente, los materiales pasaron a los depósitos del Museo Arqueológico de Huelva. En su cronología se la ubicó en el Calcolítico, pero sin estudios posteriores y con la más que probable destrucción de los estratos arqueológicos de las dos cuevas, tan sólo podemos apoyarnos en los referidos materiales y sus tipologías, abarcando inicialmente un periodo que transitaría entre la llamada Edad del Cobre y la Edad del Bronce, o lo que es lo mismo el Tercer y Segundo mileno a.C. ¿Estamos ante los primeros pobladores del entorno iliplense? Según el registro actual sí, pero también nos constan bastantes yacimientos prehistóricos en las cercanías del río Tinto. Lo que no se puede negar son las maravillosas vistas de Niebla que desde las cuevas se tiene.
material lítico de los Bermejales con anotaciones manuscritas en inglés de E. Whishaw.

Niebla desde los Bermejales
No nos paremos más que lo necesario y continuamos caminando hasta la esquina suroccidental de la muralla, allí nos detendremos para volver a indagar en nuestra Historia.
Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla Giles.

1 comentario:

  1. Interesantes comentarios que ayudan a comprender parte del devenir histórico Iliplense.

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