"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

viernes, 20 de marzo de 2020

PASEO ILIPLENSE. ETAPA 2: PUERTA DEL BUEY NUEVA Y PLACITA DEL MUSEO


Hoy nos movemos poco, y es que cada rincón de Niebla tiene para pararse un buen rato.
Vamos a teorizar un poco más que ayer, ya que le toca el turno a la Puerta del Buey “Nueva”, realmente es la que más se usa, por permitir el paso rodado de vehículos, cosa imposible por la original o “vieja”.


En algún lugar leí que era del siglo XVI y siempre que nos referimos a las actas capitulares del AHN (recordad, Archivo Histórico de Niebla) encontramos la “Puerta del Buey”, en singular, no como en el caso de la del Socorro y que trataremos más adelante; así pues no tenemos motivos para creer que, hubiese dos puertas. ¿Cuál es nuestra teoría?

grabado 1890 (Urgellés)
Que la nueva sea simplemente el aprovechamiento de un hueco que se produjo en la muralla, por cualquier causa, aunque la más probable es la del derrumbe por abandono de la misma, el famosísimo terremoto de Lisboa, las voladuras de los franceses durante la Guerra de la Independencia, etc. Sinceramente no podemos ubicarla con más concreción en el tiempo, pero sí suponemos que ya en 1810 era la que se utilizaba como acceso a Niebla, tal y como se recoge en el croquis que se realiza durante la Guerra de la Independencia; igualmente suponemos, por las fotografías de principios del XX, y por grabados de 1890, que la vieja se tapió para hacer uso de vivienda particular, que en su momento fue comprada por Elena Whishaw para su museo.

fotografía de 1905 (Terradas)

1905, fotog. Juan Foncubierta

En definitiva, nos encontramos con una puerta mucho más simple (y funcional) que la vieja, construida con materiales de acarreo, siguiendo la norma general para toda la muralla y puertas de Niebla: sillares de calcarenita como soportes y refuerzos y tapial y/o ladrillos intercalados o, en el caso que nos ocupa, usados para elaborar los arcos de sustentación.

Como diré muchas veces en esta visita, tenemos y presumimos, con muchísima razón, de un recinto amurallado espectacular y único; pero son los pequeños detalles los que enriquecen una visita, esas cosas mínimas junto a las que hemos pasado miles de veces y que nunca hemos reparado en ellas; precisamente son los aspectos en los que os voy a llamar la atención, para lo monumental y grandioso tenemos multitud de vías de información.


¿Os habéis preguntado alguna vez qué es esto? Aunque podría no es un graffiti realizado por alguien con demasiado afán de protagonismo, los hay desde la antigüedad, en este caso todo apunta a un signo lapidario, también conocidos como marcas de cantero. A pesar de saber qué son y quiénes lo realizaban, los investigadores no tienen una respuesta definitiva y consensuada para su significado, os expongo las teorías más aceptadas:
-       Cantera de procedencia de la piedra. En Niebla quizás no tenga tanto sentido, ya que estamos completamente rodeados de canteras de esta piedra tan nuestra y que se ha utilizado en obras tan significativas como el “Monumento a Colón” de Huelva.
-       Indicaciones de posición de los sillares. Es decir, cómo había que colocarlos.
-       Trabajo realizado. Normalmente con fines económicos o salariales, marcando hasta dónde se ha trabajado y por tanto lo que se debe cobrar, bien temporal (semana, mes, año…) o de fin de obra.
-       Maestro cantero y logia principal. Es una “firma” del maestro o de su gremio, en cierto modo una marca de prestigio e identificación con vistas a posibles futuros contratos o diferenciaciones entre distintas “cuadrillas” que trabajan en un mismo proyecto.
-       Otros conceptos. Aquí podíamos entrar en cuestiones simbólicas de difícil interpretación.

Ya a partir de aquí que cada uno coja la que más le guste.



Aunque haya empezado mi vista por este lugar tan emblemático para mí, vosotros podréis realizarla en el orden que consideréis oportuno; lo que sí voy a hacer es recomendaos esos rincones “especiales” para sentarse a descansar, tomar un refrigerio o, como es este caso, oír caer el agua de una fuente y el sonido cercano del tren que para en el apeadero. La placita interior donde desemboca la Puerta del Buey vieja es un rincón donde además podréis encontrar alguna persona mayor de Niebla encantada de contaros vivencias y anécdotas que no se encuentran en libros ni en blogs, pero sobretodo preguntad por el personaje que da nombre a esta placita, que os expliquen quién fue José "el bardao".



Hasta la siguiente etapa.

Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla Giles

2 comentarios:

  1. Te felicito por el rigor de los comentarios e investigaciones históricas de nuestra interesante ciudad. Cordiales saludos de un iliplense en la distancia.

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    1. Gracias Paulino, espero poder aportar mi granito de arena al conocimiento de nuestro pueblo, la investigación sin difusión no tiene sentido. nos leemos

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