"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

viernes, 3 de abril de 2020

ETAPA 6: LAS MURALLAS MUSULMANAS



         

       Caminamos un poco más adelante por la Ronda de Jerusalén y nos podemos sentar en alguno de los bancos mirando hacia la muralla, quizás el emblema y la imagen más característica de Niebla, pero, ¿cómo y cuándo se hicieron las murallas?
        Empecemos por la segunda cuestión, cuándo, porque la respuesta es obvia, la muralla es musulmana o “mora” como siempre se ha dicho, pero desde 713 a 1262 van 550 años de dominación musulmana en Niebla, afinemos un poco.

          Partamos de la base que lo que hoy vemos es en su mayor parte de la misma época, ya que los grandes sillares romanos que en su día formaron una muralla, hoy son refuerzos que se utilizaron en su momento para dar fortaleza al tapial musulmán, es decir, como tantos restos son material de acarreo reutilizado en algún momento. Así pues nos centramos en la famosa muralla musulmana de Niebla. Son dos teorías las que le dan distinto origen (hemos descartado las de origen califal), uno lo coloca en el periodo almorávide, una dinastía magrebí que llegó a la Península a finales del siglo XI, aunque es la menos aceptada. Nos centraremos en la que los investigadores consideran apropiada. La época almohade de Niebla.
        Partamos de 1154, cuando los almohades conquistan Niebla, parece ser que se promulga una especie de “unificación arquitectónica” por parte de estos nuevos dominadores de al-Andalus, o lo que es lo mismo la forma de construir murallas y estructuras fortificadas se unifica, bien en base a criterios estilísticos o meramente un mismo equipo de alarifes que fueron construyendo por las principales plazas fuertes. Lo que parece cada vez más contrastado es que en el material de relleno del tapial encontramos cerámica almohade, al menos así me lo manifestó el fallecido Paco Gómez durante sus diversas actuaciones en el patrimonio iliplense, con lo cual las murallas no deben ser anteriores.
        Algunas cuestiones formales. Como vimos en una entrada anterior no sabemos con seguridad cuántas torres sirven de sustento y refuerzo al recinto amurallado de Niebla ya que algunas son malas reconstrucciones y en otros lugares han desaparecido. Nos vamos a centrar cómo lograron las alturas que hoy vemos con tierra y barro prensado; básicamente es la construcción a base de “tapial” o tabiya que se ha ido utilizando hasta el propio siglo XX en muchos tapiales (de ahí su nombre), muros y paredes de todo tipo en las construcciones iliplenses. Veamos l siguiente esquema:



construyendo tapial en Marruecos actual

      Como vemos, se van haciendo cajones de tierra y materiales varios mediante un encofrado con tablones de madera que permiten rellenar su interior y apisonarlos con mazas y otros elementos; estos cajones de tapial unidos van conformando hileras que, una sobre otra alcanzarán la altura deseada. Quiero detenerme especialmente en las “agujas”, eran agujeros donde se insertaban listones de madera que servían para sustentar los tablones que forman el encofrado, una vez terminado, con el material compactado, se cortaban a ras de pared y se colocaban unos nuevos en el siguiente cajón; con el paso del tiempo y dada su naturaleza de madera, ésta se iba pudriendo y perdiendo por las inclemencias del tiempo, dando lugar a las oquedades o agujeros que tanto hemos visto en nuestras murallas desde pequeños, en definitiva, los lugares ideales para que anidasen un animal eminentemente urbano y que dio lugar a un gentilicio popular para los habitantes de Niebla, el “cernícalo”.
         Me consta que en los años 90 del pasado siglo Niebla tenía la mayor colonia de cernícalos primilla de toda Europa, pero los cambios en sus hábitat de anidamiento y alimentación han hecho que, lo que fue la típica mascota de niños iliplenses (cogidos a base de tarascas) haya abandonado las murallas donde vivió durante tanto tiempo.
        De nuevo parte del patrimonio, en este caso zoológico, de Niebla que vamos perdiendo.
         Hecho este necesario inciso continuemos con la murallas y su construcción. Hablamos del encofrado entre tablones, el interior se rellena con materiales disponibles, en el caso de Niebla cerámica (que nos ayudan a datar la muralla) y sobretodo de las orillas del río Tinto, principalmente piedras y el barro rojizo tan característico de nuestro río; lo que nos lleva de nuevo a otra curiosidad histórica. Entre los diversos geógrafos musulmanes que pasaron y visitaron Niebla durante su periodo andalusí hubo quien la denominó Labla al-Hamra o lo que es lo mismo “la roja”, tanto por el tapial usado en su construcción como por el posible enlucido del tapial del que tan sólo quedaban hace unos años pequeños restos cubiertos por vegetación que quizás hoy ya hallamos perdido, os los enseñaré más adelante.
          El remate de la construcción solía ser más decorativo ya que las juntas de los cajones de tapial se decoraban con un “encintado” de argamasa más clara, con una o dos funciones, la primera era decorativa y la segunda algo más funcional, dándole aspecto de grandes sillares de piedra y de mayor robustez a la muralla, aunque ésta última está cogida un poco con pinzas porque de por sí el trazado y altura del recinto más el número de torres cuadradas que la protegen tuvieron que ser de por sí suficientemente imponentes para aquellos que las contemplaron en su máximo esplendor.
detalles de encintado y agujeros de agujas
       No sabemos si estuvieron rematadas de almenas y merlones, de los que sólo nos quedan unos cuantos en la Puerta del Socorro, lo que sí nos constan son construcciones posteriores en lugares estratégicos, como cámaras realizadas en ladrillo sobre las torres de esquina como la que hace poco dejamos atrás.
       Con esta introducción pensemos en la importancia de una obra que supuso casi 2 kilómetro de perímetro amurallado para proteger a la que fue la capital del último reino taifa del occidente peninsular… pero eso será contado más adelante.
       Hoy, como día especial por todas las circunstancias que nos rodean, os dejo una imagen que no podremos disfrutar como cada Viernes de Dolores, pero que forma parte de uno de los más bellos Vía Crucis que se pueden contemplar, animo a todos aquellos que tengan tiempo y lugar a disfrutar del mismo cualquier previa de Semana Santa futura.
Vía Crucis parroquial año 2009


1 comentario:

  1. Muchas gracias por seguir enriqueciendo mis conocimientos sobre la historia de los monumentos de la ciudad donde nací y transcurrieron parte de mi infancia/adolescencia. Cordiales saludos.

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