"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

lunes, 17 de octubre de 2011

SOY DE PUEBLO ¿Y QUÉ?

            El pasado sábado subía por mi querida Puerta del Buey (luego os lo explico) cuando vi a mi “quinto” Paco Gálvez jugando con su hijo bajo la atenta mirada de su abuelo, en definitiva tres generaciones de Franciscos Galvez.
            Se me ocurrió que era una buena idea bajar con mi hijo Gonzalo para saludarlos, además estaban jugando con un “perro” y a mi hijo le encantan, con lo cual lograría entretener durante un rato a mi “pequeña fiera” mientras intercambiaba unas palabras con Paco.
            Poco iba yo a imaginar el salto que daría mi mente hacia el pasado.
Si lo describo por orden empezaré por mi querida Puerta del Buey; son muchos los motivos para clasificarla como uno de mis lugares favoritos de Niebla, primero por proximidad a la casa de mi infancia, segundo porque era donde esperaba a mi novia (hoy mi mujer) cuando subía desde las “casas del cemento”, tercero por las maravillosas vistas que tiene del río y los Bermejales. Siempre envidié a los mayores que se sentaban al sol en los bancos que están entre las dos puertas, con sus mascotas caladas en tostadas cabezas de sufridos agricultores mientras vigilaban la chiquillería que, bocata en mano, nos retábamos en multitud de juegos no electrónicos.
Continuaré con mi gran amigo Paco, y digo gran por el tamaño de su cuerpo, a juego con el de su corazón; si me paro a buscar entre mis amigos (de Niebla y de fuera) me cuesta encontrar alguien más humilde, sencillo, servicial, afable, trabajador, etc. etc. De conversación sencilla, el campo, el trabajo, el tiempo… da gusto no tener que estrujarte el cerebro buscando respuestas enrevesadas a preguntas complicadas, con él sólo tienes que dejarte llevar a la más pura sencillez. Además, por supuesto, de ser uno de mis costaleros (son mi debilidad, lo reconozco).
Pero sin quitar mérito a las razones que he expuesto antes, lo que verdaderamente me llevó a la Niebla de mi infancia fue “Blanquito”, que, perseguido por Gonzalo y Francisco junior, continuamente buscaba protección entre las piernas de Paco. Hoy día, que estamos en las generaciones de los Buldog franceses, los Dálmatas con pedigree, los Snauzers miniatura, etc. vuelvo a encontrar un nieblero con la mascota más tradicional de nuestro pueblo.
Os cuelgo una fotografía para que me ayudéis a identificar la raza del “perrito”.




Sabores inolvidables a infancia de pueblo. Gracias Paco.

4 comentarios:

  1. También jugué yo de pequeño, con esa misma mascota, "copito de nieve", que buenos tiempos aquellos, se la regaló ni cuñao(para ti Paco), a mi hermana Mari, cuando eran novios(ahora felizmente casados), le diré que has colgado un comentario en tu blog, le hará ilusión. Bueno un saludo.

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  2. ¡Es una ovejita! Me he quedado prendada, es una preciosidad. Qué suerte tienen tu hijo y el de Paco.
    Besos.

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  3. Muchas gracias a ambos por pasaros y leerme; son estos momentos los que me motivaron a llamar a mi blog sentimiento iliplense, porque aunque nació con tintes histroricistas era plenamente consciente de que acabaría sacando de mí lo más íntimo.
    Sí Jana, es una ovejita, como las que alguna vez hemos paseado de niño por el pueblo, además como debía estar: suave y limpísima, aún así cuando nos fuimos iban a darle otro baño.
    Gracias otra vez más por dejar vuestros granitos de arena.

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  4. Yo que soy una romantica, te contaré que a mí la Puerta del Buey me tiene hechizada, te cuento, cuando era una niña me iba todas las tardes a ver pasar el tren, no se explicar el porque pero llegaba la hora y parecía que alguien me llamaba, allí estaba yo mirando el río y aquel tren que bajaban los viajeros cada uno contandose sus cosas, venían riendo con sus compras y los chavales de estudiar con sus mochilas, no se como pero para mi tenía un gran encanto.
    Ahora ya de mayor cuando me pongo en la misma puerta y veo esa bajada llena de arboles, me parece que he entrado en una película, pero un día me quede prendada del todo, bajaba yo en coche y en una de las alcantarillas estaba sentado Manuel Guillen padre con su perro a los pies, el leía el periodico, el animal lo miraba, a mi se me vino al pensamiento esos cuadros que antes había en la casas el del cazador con sus perros y me quede (como se suele decir) hecha una pieza, que estampa tan bonita, siempre que bajo se me viene a la mente esa estampa.
    Y que me dices de esa casa de Juan breva alla en lo alto, siempre he dicho que si tuviera dinero la compraría me hechiza y no se porque.
    En fin Pelayo somos algunos en nuestro pueblo que estamos enamorados de esa puerta, algo tendra no?

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