"STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS"

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El blog de Pelayo Castillo Palacios

miércoles, 14 de noviembre de 2012

NIEBLA EN HUELGA EN EL SIGLO XIV


Parece que las huelgas generales son producto de los tiempos actuales y que el hombre sólo ha conseguido capacidad de protesta con gobiernos democráticos. Niebla ya tuvo su “HUELGA GENERAL” hacia 1327, para ello colgaré dos citas que me parecen fundamentales.

Los sucesos más importantes, en este sentido, son los acaecidos a partir de 1320. Efectivamente, el infante don Felipe, a quien el concejo de Niebla había reconocido por tutor del rey, prometió a los iliplenses guardar en su oficio a Ruy Fernández de Gibraleón, alcaide de su alcázar y a Juan Rodríguez, alguacil mayor del concejo. Pero de idéntica forma que en el resto de los municipios andaluces, el infante inició muy pronto una política tendente a controlar el concejo mediante la designación de oficiales partidarios de su causa. Esta actitud desencadenó la reacción del resto de la oligarquía, marginada de la gestión municipal, quienes, apoyados en reivindicaciones del común, descontentos también con el abuso de poder de sus oficiales, asaltaron por la fuerza el alcázar de Niebla y tiraron los oficiales puestos por el infante. La revuelta debió ser muy considerable, pues en 1327 Alfonso XI se veía obligado a perdonar a todos los hombres buenos, caballeros y vecinos en general que habían participado en la misma para evitar, sencillamente, que Niebla y sus aldeas se despoblaran definitivamente.
GARCÍA FERNÁNDEZ, MANUEL. “Breves notas sobre el concejo de Niebla en tiempos de Alfonso XI 1312-1350”. Pag. 174-175.


Nada nuevo en el horizonte, gobernantes superiores que designan a sus acólitos para que exploten al pueblo mediante unos supuestos órganos de poder públicos (los concejos medievales son los equivalentes a nuestros ayuntamientos). El respaldo de sus nombramientos les acaban llevando irremisiblemente al abuso de poder y a imponer unas condiciones de vida tan duras para el pueblo al que gobiernan –por su propio bien, por supuesto- que llevan a éste a tomar decisiones trágicas fundamentadas en una situación insostenible. Es una acción tan justificada que el propio rey encuentra argumentos para perdonar a los “huelguistas”.

Ahora parémonos en una reflexión con la que no puedo estar más de acuerdo.


Esta falta de cuadros sociales organizativos fue, sin duda, un perjuicio para la historia onubense medieval y moderna y se debió al predominio del régimen señorial. Acaso facilitó a veces esa supuesta felicidad de los pueblos que no tienen historia porque no la protagonizaron, pero como la historia es una realidad inexcusable, las consecuencias para los grupos humanos que carecen de capacidad para hacerla es que han de conformarse con recibir, para bien o para mal, la que les señalen.
SANCHEZ SAUS, RAFAEL. Caracterización de la nobleza medieval en el área onubense. En “Huelva en la Edad Media. Reflexiones, aportaciones y nuevas perspectivas veinte años después”. Huelva, 1998. Pag. 61.


Para mí y utilizando un lenguaje más sencillo, no habla ni más ni menos que del ABORREGAMIENTO en el que vivimos constantemente; anestesiados por un supuesto estado del bienestar. Nuestros políticos han conseguido hacernos creer que verdaderamente trabajan por y para nuestro bien, mientras tanto benefician a bancos y entidades privadas –y de paso a sí mismos- a costa del pueblo que les puso en sus poltronas.
Como dije en un artículo relativamente reciente, la microhistoria ayuda a tener una visión más general de ámbitos geográficos superiores. En nuestra Niebla ya ocurrió en pleno siglo XIV algo que vuelve a ocurrir 700 años después, una situación política, social y económica que puede llegar a ser insostenible. Para ilustrar esta relación microhistoria-macrohistoria os pondré un ejemplo, el del “Cuarto Poder”, o lo que es lo mismo, la prensa como forma de control –y aborregamiento- de la población. Todo gobierno que se precie, y el iliplense no es una excepción, posee sus propios “palmeros” o periodistas que se venden por un plato de lentejas a modo de los cronistas oficiales de la Edad Media, cronistas que vetan o censuran aquellos cuyas palabras son incómodas para los que te engrosan la cuenta a final de mes ¿verdad señor Bernal?. En la misma línea están los modernos alcaides de castillos que desde sus poderosas torres guardan los bienes propios y los de sus señores ¿verdad señor González?


Finalizo con las palabras del Profesor Sánchez Saus, quien, por cierto, estuvo en Niebla como ponente en el año 2008 con motivo del curso de verano sobre el saqueo de Niebla en 1508, palabras premonitorias para nuestro pueblo:

los pueblos que no tienen historia porque no la protagonizaron,… las consecuencias para los grupos humanos que carecen de capacidad para hacerla es que han de conformarse con recibir, para bien o para mal, la que les señalen.

4 comentarios:

  1. Ni siquiera se puede decir que ésta sea una huelga de verdad, en montones de trabajos te la estás jugando si decides seguirla. En la anterior también pasó lo mismo, de hecho, en el trabajo de mi hija, al único que secundó la huelga, no le renovaron el contrato. No nos dejan ni el derecho al pataleo.
    Y en cuanto a información... quién sabe, no podemos creer nada ni dejarlo de creer, están jugando con nosotros y ¿qué podemos hacer?
    Qué mal, Pelayo.
    Besos apretaos.

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  2. Utilizando toda la ironía del mundo te diré amiga Jana que no te preocupes, al paso que vamos cada vez serán más numerosas las huelgas ya que habrá mas parados sin trabajos por los que preocuparse si me echan o no y con tiempo libre para manifestarse.
    Sobre la información hace ya años que aprendía a filtrarla con mis propios criterios, nunca me creo nada ni de los críticos ni de los aduladores. Preguntas qué podemos hacer, supongo que cada uno lo mejor desde su faceta, en mi caso la palabra es mi arma, aún así todo apunta bastante mal.
    Besos apretaos

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  3. Me duele decir esto pero lo digo de corazon porque lo e visto con mis propios ojos.Es vergonzoso que en la situacion que estamos y con la cantidad de parado que tenemos, siempre refiriendome a nuestro pueblo, que el dia de huelga general, que sean los que estamos trabajando los que nos manifestemos en la capital.Poca gente, muy poca representacion de nuestro pueblo, yo vi y conte cuatro personas contandome a mi.Es posible que hubieran mas porque fue una manifestacion multitudinaria, con la particularidad que todos los que vi y conocia eran trabajadores y ademas fijos de empresas importantes.Los parados de nuestro pueblo estaban en los bares, mas concretamente en la puerta de varios bares super conocido.Me llamo la atencion que despues de venir de la manifestacion algunos seguian alli.Bien es cierto que quizas esta huelga como la otra no sirva para nada, pero cuando hay una opurtunida de manifestarse no se aprovecha, quizas ya tenian que haber convocado otra para el mes que viene y asi sucesivamente porque mientra que no se nos tomen en cuenta lo seguiremos pasando mal y peor los que no tienen trabajo.Termino ya porque me llevaria un buen rato escribiendo lo que opino de todo esto, pero lo que mas me indigna es el conformismo de los que peor estan y de todo el mundo en general.Yo digo como tu somos un gran redil no de ovejas que suena mejor sino de BORREGOS.

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  4. Te entiendo perfectamente amigo Antonio. De hecho he vivido esa misma situación el año pasado, te explico: asistí a la primera manifestación que hicieron los estudiantes contra las subidas de tasas, las reducciones de profesorados, la disminución de becas y un largo etcétera; fui con mis hijos porque quería que entendiesen que significa luchar por lo que consideras justo (o contra lo injusto)pero realmente no encontré estudiantes, sino profesores sustitutos, conserjes, administrativos, etc. Es decir, trabajadores, los estudiantes, igual que los parados de Niebla no temen perder el subsidio de "papá", la pensión del abuelo o cualquier otra forma de sustentarse sin tener que dar cuentas a nadie. Se sienten seguros en su mundo de dejar hacer, mañana Dios proveerá. En definitiva "que luchen otros que es la hora de la cervecita"...
    No se donde llegaremos, pero no muy lejos, o al menos tanto como nos permitan nuestros amos y sus perros pastores.
    ¡Pena de pais!

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