La maratón es el ideal de cualquier aficionado a correr,
yo tuve el privilegio de acabar dos antes de lesionarme y toda la alegría con
la que crucé la meta hoy se vuelve dolor y rabia ante la acción de unos desalmados
que, por llamar la atención, o vete a saber que supuesta reivindicación, no
dudan en asesinar vilmente a personas cuyo delito es divertirse haciendo
deporte, o siguiendo el ejemplo que daba su padre en el caso del pequeño de 8
años.
Sinceramente, hay que estar muy enfermo para matar
indiscriminadamente, pero el maratoniano es duro por definición, sufridor por
entrenamiento y creo que ésta sucia acción no los acobardará. Ojalá pudiese
estar en la siguiente para manifestar mi repulsa.
¡Ánimo y a seguir con las zapatillas devorando
kilómetros!
Me uno a ese luto, Pelayo, es un tema que enfurece, ya no solo duele. Curioso, al día siguiente cuando fuimos -como hacemos casi a diario- a trepar montes como cabritas, por la Fuente Agria, vimos a varios corredores por el camino, y no iba haciendo footing, sino corriendo, corriendo de verdad, y pensamos si lo harían en una especie de homenaje personal, de desafío, porque de verdad que nunca nos cruzamos con nadie corriendo "en serio". Si es así, es lo que tú dices, que no se van a acobardar, al contrario.
ResponderEliminarBesos apretaos.
La respuesta ya la están dando los corredores Jana, el número de inscripciones para el maratón de Madrid se ha multiplicado por cuatro desde el día siguiente a la tragedia de Boston.
EliminarAfrontar los problemas es un ejemplo que muchos tendrían que tomar, nos iría mejor.
Besos apretaos.