Domingo
de Ramos y ¡a esta es!
Ramos de olivo y palmas, bendecidos en el ábside de San
Martín sirven como preámbulo del pistoletazo de salida procesional de nuestra
Semana Santa, aunque visto lo visto más que un pistoletazo ha sido un cañonazo.
La Borriquita es ese proyecto que, conseguido con mucho
trabajo y esfuerzo, ha fraguado en los más jóvenes de Niebla, gracias a ese
grupo de abnegados padres y madres que han regalado a sus hijos un día grande y
del que podemos disfrutar los demás privilegiados de Niebla. Es todo un lujo
ver los primeros bancos de la iglesia llenos de camisetas blancas con el cartel
“COSTALERO”, son tallas que raramente sobrepasarán la 12, pero si midiésemos
sus ilusiones y su trabajo hay que darles un mil. Como capataz no dejo de
felicitarme por la enorme cantera que nos asegura años de continuidad cofrade
por las calles iliplenses.
Quizás no tenga mucha experiencia en el mundo cofrade,
pero lo que he podido contemplar hoy está muy por encima de lo digno y, por
supuesto, de lo meramente folklórico. Es evidente que un niño comienza por
imitación, quiere ser como sus mayores, pero la Borriquita de Niebla se ha
ganado a pulso un lugar propio en nuestras calles, han dejado de ser algo anecdótico
para llenar un gran hueco en nuestras necesidades.
Mis más sinceras felicitaciones a todos y cada uno de
vosotros, que habéis sacado ilusiones a lomo de una pequeña burrita, encarnadas
en Nuestro Señor Jesucristo, triunfante en la Fe y en el alma de cada uno.
¡Gracias valientes! Seguid así.
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